Géneros: romance, young adult
Páginas: 277
Benjamin Nefer parece tenerlo todo. Él es el chico más popular de la escuela, el mariscal de campo estrella con los reclutadores universitarios observándolo, sus calificaciones están cerca de las mejores de su clase, puede conseguir a cualquier chica que quiera... pero se esconde detrás de su vida de ensueño para enmascarar la pesadilla de su realidad.
Charlie Austin es la chica nueva. Obligada a mudarse con una tía amargada, ella solo quiere proteger a su frágil mamá de la crueldad del mundo. Cuando Benjamin fija su mira en Charlie, se resguarda contra su encanto, sus amigos le advirtieron sobre el juego de persecución y abandono de una larga lista de chicas de Benjamin, sin preocuparse por los corazones rotos que deja atrás. Pero no cuenta con lo decidido que puede ser cuando ella lo rechaza, o cuán carismático, introduciéndose en su vida a través de lo que él dice es solo amistad.
Benjamin pensaba que podía mantener a Charlie en el mismo lugar que mantiene a todas las chicas: en algo para ser usado y luego desechado. Pero Charlie tiene tantos secretos como él, secretos que está decidido a descubrir, mientras mantiene los suyos ocultos. Se da cuenta que ella es la candidata a novia perfecta... alguien que puede utilizar para mantener la fachada de una vida perfecta. Ahora solo tiene que evitar que su congelado corazón se ablande hacia esta chica única, porque si no lo hace, sus mentiras cuidadosamente elaboradas podrían solo venirse abajo a su alrededor, aplastándolo bajo el peso de los sentimientos.
Aquí estoy yo, muriendo lentamente y esta vez no por terminar un libro. Tengo esta gripe horrible y debería estar durmiendo, pero dormir está sobrevalorado, ¿no? Ahora, seguro se estarán preguntándose qué tiene que ver eso con la reseña y pues... no tiene nada que ver, así que comenzaré a contarles lo que sentí mientras iba pasando las páginas (virtuales, maldita pobreza) de este libro.
The End Of Feeling nos cuenta dos historias, las de Benjamin Nefer y Charlotte Austin o como la llaman, Charlie.
Charlie se acaba de mudar debido a la muerte de su abuela quien prácticamente la crió durante toda su vida. Por ello, tras su muerte, Charlie y su madre, Cora, se mudan con la tía de Charlie a este lugar desconocido en donde nuestra protagonista se verá obligada a asistir a un nuevo instituto donde es acogida calurosamente por tres chicas: Cozi, Phoebe y Alexis; y además, en donde llama la atención del rompecorazones de la escuela, Benjamin.
Los pensamientos que provoca Charlie en Benjamin no son nada diferentes a los que provocaría cualquier chica bonita, ella solo es una nueva víctima para él. No se deja afectar por esa risa hermosa, ni por el hecho de que ella es la primera que tira un cubo de agua fría a su gran ego cuando lo rechaza. De hecho, eso solo lo anima más a ir tras ella, a aceptar el desafío. Después de todo, él es experto en hacer que las chicas caigan a sus pies, llorando, después de que las deja al salir con ellas una o dos veces.
Lo sé, algo cliché, pero ¿qué importa?
El hecho de que esta chica siga rechazando sus miradas insinuantes y su coqueteo insistente marca el inicio de una tierna historia de amor y amistad...
Ah no, esperen, no.
Resulta que a Cindy C. Bennet le gusta un poco la temática de padres violentos y demonios personales. No pude evitar extrañarme un poco con este libro, no porque fuera malo, pues no me ha parecido una mala historia. Sin embargo, este es el segundo libro que leo de la autora, el primero fue ''Heart on a Chain'', y es TOTALMENTE parecido al primero que leí, exceptuando algunas cosas, claro está.
Charlie me agradó bastante. Sí, me hacía rodar los ojos y querer gritarle a veces, pero creo que la entiendo. Ella realmente es bastante madura por todas las cosas por las que tuvo que pasar siendo tan joven, como su madre, enfermedades, vergüenza hacia sí misma, miedo... y aun así, ella sonreía.
También escucha rock. No sé si importe, pero me gusta.
Benjamín, por otro lado, no sonreía realmente. Sus ojos estaban vacíos, igual que él. Este chico fingía su vida, atrapado en el rencor, el miedo, el dolor y un sinnúmero de emociones que lo tragaban tan abruptamente que él simplemente decidió dejar de sentir. Después de todo, era más fácil así. Eso explica que sea un completo idiota con las mujeres, aunque no lo justifica obviamente, pero puedo comprenderlo. Benjamin no se permitía amar a nadie, ni sentir lástima por nadie... hasta que llega la ''chica nueva''.
¿Otro cliché?
Él está convencido de que ella es solamente otra conquista, por lo que se plantea un reto: conquistarla. Pero entonces, Benjamin se da cuenta de que llegó más lejos con ella de lo que lo hizo con nadie, porque ella se convirtió en su amiga. Una amiga real.
Y eso me encantó.
Así, ambos empiezan a pasar más y más tiempo juntos, hasta que su-realmente linda- amistad empezó a ser diferente. Hasta que los demonios personales empiezan a salir a la luz.
Benjamin no quiere permitirse sentir y Charlie se niega a ser una más entre los tantos corazones rotos.
''Todo lo que te puedo decir es que tengas cuidado, avanza con calma. Si vas a ofrecerle tu corazón para que lo rompa, asegúrate de que valga la pena.''
Es así como este libro nos lleva a una lucha interna de emociones. La historia es súper fácil de leer, la leen realmente rápido y si bien puede hacerte gritar de frustración en algunas partes (enserio, estaba harta de tanto fingir, de tanto dudar y de la vergüenza que sentían, es comprensible pero JESÚS), es bonito.
Me gustó el libro. Es decir, no, no es el mejor libro contemporáneo del mundo, pero sin duda lo recomendaría cuando quieres salirte de la rutina de libros de ciencia ficción o qué se yo.
Además, me enamoré de Benjamín, quiero decir, él puede ser tan dulce como arrogante.
''-¡Príncipe Benjamin!
Todas las cabezas se giran ante la voz que llama desde el patio de juegos. Me pregunto cómo reaccionará Benjamin mientras la niña de tamaño adulto cruza el patio hacia nosotros.
-¡Princesa! -le grita él también, moviendo una mano.''
No les dije ni la mitad de las cosas que pasan en este libro, solo léanlo, ¿sí? Cindy C. Bennet rockea.
