Páginas: 419
Feyre, una cazadora de diecinueve años, mata a un lobo en el bosque. Como consecuencia, una criatura monstruosa llega buscando venganza y la arrastra a una tierra encantada que solo conoce a través de las leyendas. Allí descubre que su captor no es un animal, sino Tamlin, uno de los letales fae.
En su cautiverio, se dará cuenta de que lo que siente por él pasa de la fría hostilidad a una pasión que arderá a pesar de las advertencias que ha recibido. Pero una antigua y siniestra sombra crece en esta extraña tierra, y Feyre deberá encontrar la forma de detenerla o Tamlin y su mundo estarán condenados para siempre.
Ah, que felicidad esa la de leer una buena historia. Me encanta la fantasía, vivo por ese género, y este libro me recuerda por qué. Ha sido una muy buena introducción al mágico mundo que aquí ha creado Sarah J. Maas.
La verdad es que estoy muy emocionada por continuar con la saga porque, primero, me encantó el libro y sé que se pondrá muchísimo mejor. Segundo, la autora es muy talentosa y muy, muy creativa. Su escritura es adictiva, fluida pero detallada, intrigante y bien estructurada. Les juro que en las últimas cien páginas me rendí con mi excusa de ''un capítulo más''. Sabía que tendría que terminarlo sí o sí o no dormiría absolutamente nada.
Es que me ha gustaba muchísimo. Además, es mi primer libro de Sarah, una autora muy reconocida y de las mejores vendidas.
Ya sé por qué.
La felicidad y Feyre nunca han sido muy buenas amigas. ¿Cómo, si desde los 14 años de edad ha tenido que soportar las peores atrocidades? Pobreza, miedo, hambre, desesperanza, resentimiento, dolor, insultos… sí, no hay mucho espacio para la felicidad con todo eso.
Su familia fue arrastrada a la pobreza por ciertos motivos y mientras su padre y sus dos hermanas, la fría Nesta y la dulce pero desconsiderada Elian, permanecían escondidos y muertos de miedo, odio y hambre; Feyre se encargó de la supervivencia de su familia.
Aunque eso significara adentrarse en un peligroso bosque en donde acechan criaturas mortíferas.
‘’La guerra había sido tan sangrienta, tan destructiva, que pasaron seis reinas mortales hasta que se forjó el tratado que detuvo la matanza de ambos lados y se construyó el muro: el norte de nuestro mundo concedido a los altos fae y los inmortales, que se llevaron su magia con ellos; el sur para nosotros, los humanos, encogidos de miedo, obligados para siempre a arrancar el alimento de la tierra.’’
Las hadas pueden ser hermosas, pero nadie cometería el error de asociarlas con un sueño. Son pesadillas. Asesinos, despiadados, seres crueles sin empatía que en un momento masacraron a los humanos, y la única razón por la que no lo hacían ahora era porque el mundo se había dividido en dos: su lado, y el lado de los humanos; ambos separados por un muro mágico.
Pero eso no aparta el odio, y por ello cuando Feyre se cruza con un ser del otro mundo no piensa en nada más que cazarlo.
Eso le cuesta caro.
‘’—Siempre fuiste demasiado buena para este lugar, Feyre. Demasiado buena para nosotros, demasiado buena para cualquiera. —Me apretó las manos—. Si alguna vez te escapas, si alguna vez los convences de que ya has pagado tu deuda, no vuelvas.’’
Alejada de su vida humana por un sangriento, brutal y desesperado error, Feyre se ve obligada a vivir en el mundo de las hadas a las que tantos temen. Poco imaginaba ella que podría, de hecho, adaptarse e incluso amar un mundo tan distinto al que siempre conoció.
Sin embargo, pronto se vuelve evidente que en la Corte Primavera, una de las siete cortes del mundo de las hadas, pasa algo extraño. Una amenaza, se da cuenta Feyre, está acechando a las hadas y ella no puede hacer nada al respecto más que intentar descubrir qué diablos está pasando y por qué nadie le explica nada. Se ha visto arrastrada a un sitio lleno de secretos, y si bien hay muchos lujos, hay incluso mucho más peligro.
La historia ha sido un viaje emocionante, mágico y sumamente adictivo. Sí, ha tenido cositas que puedo objetar, pero eso no ha impedido que opine que el libro es una joya. Sé que amaré la serie, solo con este libro, lo sé.
Feyre es una chica con un aire misterioso. Pienso que eso se debe a su inteligencia silenciosa, su frialdad e indiferencia ante la vida. Le ha tocado vivir duro a base de rechazo y poco amor, así que eso es justamente lo que expele al mundo. Si no tiene tanta chispa, es porque su alma ha sufrido el mismo destino que una vela apagada por el viento. Así lo veo yo.
Y sin embargo, es fuerte. Me encanta como con cada página se hace más viva, más capaz de luchar por lo que le apasiona. Siempre ha sido una luchadora, siempre ha expuesto sus cicatrices y ha aprendido a vivir con ellas, aunque sea arrastrándose, por el bien de su familia, para sobrevivir. Pero aun así, lo hacía con furia, lo hacía con odio, con resentimiento y dolor.
Pasando páginas, Feyre se suelta cada vez más, aprende a vivir mostrando más sentimientos que una máscara fría.
‘’—¿Alguna vez dejas de ser tan seria y aburrida?—¿Alguna vez dejáis de ser tan imbécil? —le ladré.’’
Y sí, es una listilla de vez en cuando. ¿Cómo no me va a gustar? Tiene espíritu, tiene voluntad, tiene fuerza… pero más que nada, tiene muchísimo amor en su corazón.
‘’Rhysand me miró por tanto tiempo que me giré hacia él. -Alégrate de tu corazón humano, Feyre. Pobre de ellos que no sienten nada en absoluto.’’
La compasión, la valentía, la empatía que ella es capaz de sentir la convierten en un personaje digno de admiración. Ella es mortal, pero no es débil, y nunca ha sentido que su falta de magia o fuerza física sea una excusa para ser incompetente. Por eso me enojó tanto la actitud de su familia en esta historia, el hecho de que la dejaran ser el sostén de todos ellos sin una ayuda o agradecimiento a cambio.
Sin embargo, el mundo de las hadas puede quebrar hasta al ser con la voluntad más fuerte. Esa es una posibilidad que Feyre conoce, pero es difícil pensar de forma negativa cuando, para su sorpresa, el fae llamado Tamlin que la lleva a este mundo mágico es diferente al ser cruel que se imaginó que sería.
¿Qué les digo de este personaje? La verdad es que me hizo suspirar mucho. Saben lo tonta que me pongo con el romance.
Tamlin es complejo. Feyre describe muchas veces como este fae tiene diferentes facetas que se acomodan a su personalidad: un ser cruel y letal, un amigo leal, un amante, un ser solitario y triste, un ser amable y desesperado… El problema de Tamlin, diría yo, es ese carácter autoritario que tiene.
Sin embargo, a pesar de que hay mucho más en el trasfondo de la historia, aquí se desarrolla una atracción extraña para Feyre, y digo extraña porque ella nunca tuvo la posibilidad de elegir algo así mientras mantenía a su familia con vida. Tuvo romances, sí, pero algo puramente físico. Por eso para Feyre esto es nuevo, especial… inevitable.
‘’Supe que estaba avanzando por un camino que era probable que terminara con mi corazón mortal hecho pedazos... Sin embargo... ya no podía detenerme.’’
Una de las cosas que más me ha gustado de este libro ha sido la diversidad de personajes. No se trata solo de Tamlin y Feyre, sino que hay muchas otras personalidades diferentes y emocionantes. Algunas que no pienso mencionar para no hacer spoiler, y otras que tengo que mencionar porque me han intrigado y encantado.
El que me ha encantado ha sido Lucien, creo que su historia es desgarradora e interesante. Me gusta que sea tan directo y sarcástico, tan despreciablemente honesto y buen amigo.
El que me ha intrigado ha sido Rhysand. Sé, porque esta serie tiene varios años desde que salió y se ha hablado mucho de ella, que este personaje tendrá mucho protagonismo en los libros siguientes, y la verdad es que me alegra muchísimo. Dejaré, entonces, mi análisis de este chico para después cuando tenga más acumulado sobre su perfil.
Pero en serio, su oscuridad -literalmente- es tan intrigante. Este chico es mucho, mucho más de lo que permite que otros vean, y estoy desesperada por saber más de su historia.
No puedo comentarles nada más. No puedo hablar más de lo que pienso de Tamlin, de lo que creo de las acciones de Feyre, del desenlace… hay muchas cosas que muero por comentar pero la verdad es que no puedo porque no les arruinaré el libro a quienes no lo han leído.
Porque de verdad, deben leerlo.
