Pasando Páginas

Páginas: 276

Querida Oportunista: 

Pensaste que podrías arrebatarlo de mi lado, pero perdiste. Ahora que es mío voy a hacer todo para retenerlo. ¿Dudas de mí? Tengo todo lo que se suponía iba a ser tuyo. En caso de que te lo preguntes; él ya no piensa en ti. No lo voy a deja ir… nunca. 

-Dirty Red 

Leah Smith finalmente tiene todo lo que siempre ha querido. Excepto que no lo hace. Su matrimonio se siente más como un préstamo que un compromiso de por vida, y la imagen por la que ha trabajado duramente para construir se está desgastando ante sus ojos. Con un nuevo papel y un pasado lleno de secretos, Leah debe decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para mantener lo que se ha robado.

No sé por qué pero cada vez que termino uno de los libros de esta trilogía lo primero que pienso es ''demonios''.

Me gustó mucho estar en la cabeza de Olivia Kaspen, como pasa en el primer libro. Por lo tanto, al empezar esta historia dentro de los pensamientos de Leah no sabía qué esperarme.

La cosa es que me ha encantado saber más sobre Leah. Este libro me hace querer obligar a todos los autores a crear un libro desde el punto de vista del villano. Porque Leah es una villana, una sucia pelirroja, una mujer odiosa desalmada, ¿no?

Pero... bueno, este libro me hizo ver que Leah sí tiene un alma. Eso la convierte solo en una odiosa. Pero con alma. Un alma maltratada, rota y descompuesta.

Leah es una mentirosa de primera. Manipuladora, falsa, narcisista, superficial y egoísta son sólo algunas de las características que distinguen a esta reina del drama. Su principal (y tal parece que único) objetivo en la vida es obtener a Caleb Drake y mantenerlo a su lado, cueste lo que cueste.

Si hay una cosa que tengo clara gracias a estos libros es que el amor se puede convertir en una obsesión dañina... insana.

Leah tuvo una infancia injusta, fea. Era la niña no deseada, la gorda, la estudiosa ''lesbiana'', la rara. Sus padres bien podrían haber sido bloques de hielo por el frío que desprendían, pero eso no hacía que ella no quisiera su amor y aprobación.

Jesús, ningún niño debería anhelar el amor de sus padres.

Yo pienso que fue este trauma que obtuvo Leah mientras crecía, al ser la imperfecta, la que no valía; el que hizo que ella deseara algo perfecto que le regalara la aprobación de quienes jamás la habían visto como algo más que huesos andantes. Algo que la hiciera sentirse valiosa, importante y hermosa.

Y ese algo perfecto sería Caleb. Es decir, el chico era guapo, tenía mucho dinero, vestía con clase y era diferente. Él era un reto, un ser humano lleno de amor... amor hacia otra chica.

Pero eso no iba a detener a Leah. Leah obtenía lo que quería y quería a Caleb Drake. Si quería irse, lo hacía quedar. Si había una amenaza, la mandaba a Texas. Si quería el divorcio, se embarazaba. Si amaba a otra... fingía no notarlo.

En nombre del ''amor'' se hacen cosas locas. Para Leah, por ejemplo, amar era aceptar un amor a medias, era hacerte luchar con mentiras por algo que quieres obsesivamente, aunque no te pertenezca.

''Yo sabía que nunca me amó como la amaba, pero lo quería de todos modos. Sabía que su amor por mi era condicional, pero lo quería de todos modos. Yo sabía que era la segunda opción, pero lo quería de todos modos.''

Si Leah no hubiese tenido la vida que tuvo, si hubiera recibido amor mientras crecía, ella no sería tan horrible. Pasando páginas del libro notamos que la mujer sí tiene un corazón, congelado y lleno de mierda, pero lo tiene. Incluso llegué a pensar que al final Leah se podría convertir en una buena mujer, pero las heridas del pasado no se curan tan fácilmente, pueden cicatrizar, pero siempre estará la marca.

Este libro nos ilumina más sobre uno de los obstáculos entre la relación de Olivia y Caleb, protagonistas de la historia, y esa es Leah. Nos narra lo extremista que es Leah sobre Caleb, a tal punto de sentir celos de su propia hija porque su esposo la ama.

Alguien dele un premio a esta mujer como peor madre del mundo, está sencillamente muy trastornada. 

Otra cosa de la que nos damos cuenta en este libro es de lo falsa que es la relación entre Caleb y Leah. A pesar de estar casados, la única que considera su matrimonio como algo funcional es Leah, pero desde la primera página nos damos cuenta de que ellos simplemente... no. 

''-Caleb es un buen chico.

(...)-¿Si? ¿Y?

(...)-¿Por qué se casaría con una chica como tú? ''

Yo me pregunto lo mismo. ¿Qué pasa con los chicos que a veces eligen tan mal?

Ella tiene problemas serios y da un poco de pena todo el asunto. Leah más que nada me entristece mucho, aunque no puedo negar que esta villana me hizo reír bastante. Leah y su malhumor son una parodia. La tipa está loca.

''-¿Eso será todo?

Miro las bolsas de pañales que ahora están empacadas en mi carrito y entonces a la cinta vacía. Me está mirando fijamente con sus acuosos ojos de marihuanero, esperando mi respuesta.

-Um no, me gustaría toda esa mierda invisible también. -Ondeo una mano hacia la cinta transportadora y en realidad es lo suficientemente tonto para mirar-. Dios -digo, viciosamente limpiando mi tarjeta de crédito-. Ya deja la hierba.''

En fin, me encantó el libro. Lo amé y sólo puedo agarrarme el corazón para ver como termina toda esta historia con su última entrega ''Thief''.