Reseña de: Don't Look Back- Jennifer Armentrout
Géneros: thriller, misterio, romance, young adult
Páginas: 369
Samantha es una extraña en su propia vida.
Hasta la noche en que desapareció con su mejor amiga, Cassie, todo el mundo parecía creer que Sam lo tenía todo: popularidad, riqueza, y un novio ideal. Sam ha resurgido, pero no tiene ningún recuerdo de quién era, ni de qué pasó con ella esa noche.
Mientras trata de recomponer su vida de antes, se da cuenta de que ya no quiere ninguna parte de ella. La vieja Sam había llevado el concepto de “chica mala” a un nivel completamente nuevo, y está claro que ella y Cassie eran más como mejores enemigas. Sam está bastante segura de que perder sus recuerdos fue como ganar la lotería. Ahora tiene una segunda oportunidad para ser una mejor hija, hermana y amiga, y está enamorándose fuertemente de Carson Ortiz, un chico que siempre la ha mirado, incluso cuando la vieja Sam lo trataba como basura. Pero Cassie aún no aparece, y los hechos acerca de lo que le pasó esa noche no sólo están enterrados en lo más profundo de la memoria de Sam, alguien más lo sabe, alguien que quiere asegurarse de que Sam permanezca en silencio. Todo lo que Sam quiere es la verdad, y poder desbloquear sus recuerdos nublados de esa fatídica noche, para por fin seguir adelante.
Pero, ¿y si no recordar es lo único que mantiene con vida a Sam?
Dios, me encantó este libro.
Creo que acabo de encontrar mi género literario favorito. Siempre he sentido atracción al misterio por los libros de Agatha Christie y la muy-asombrosa trilogía de Mara Dyer; además de que mi programa favorito tiene que ver con investigación y suspenso (Criminal Minds). Combinando todo esto con los libros de Jennifer L. A., ¿qué tenemos? Un muy increíble Thriller.
El libro empieza con una Samantha bastante confundida. Quiero decir, la chica está en la calle en medio de la noche, llena de sangre, moretones y asustada.
Sam tiene 17 años, pero es como si hubiera nacido otra vez: su memoria está en blanco, no recuerda absolutamente nada. No solo olvidó qué pasó esa noche en la que se encontraba con su mejor amiga que ahora ha desaparecido, sino también su propio nombre, su familia, sus amigos, su novio... Sam ha olvidado toda su vida.
Y vaya vida, debo decir.
Samantha Jo Franco pertenece a una familia rica; tiene dos padres, que al parecer son como el agua y el aceite; un hermano llamado Scott, que me encantó completamente; tres amigas superficiales de las cuales dos sobrepasan el ser horribles personas; un novio rico que parece estar ocultándole demasiadas cosas a Sam, conocido también como Del el idiota; amigos de la infancia a los cuales dejó de lado y ha herido con indiferencia demasiadas veces; un montón de enemigos; una mejor ami-enemiga que no aparece por ningún lado; y otros tantos secretos.
No recordar nada es un problema para Sam, pero saber todas estas cosas es peor aún.
Samantha, tristemente, es la típica chica mala, popular y rica de la escuela. Todos los chicos la deseaban y las chicas deseaban ser como ella, pero en secreto la odiaban. A ella le gustaba esta atención, aunque no era en realidad parte de ella.
Es decir, es evidente que Sam era una buena persona hasta que ciertos factores la indujeron, poco a poco, a convertirse en la líder de las chicas malas de la escuela. ¿Esa chica desagradable que siempre anda con su séquito de tres en las películas? Bueno, Sam era la líder. Algo así como en Mean Girls, cuya protagonista era una buena persona pero la presión terminó superando sus buenas intenciones y convirtiéndola en alguien más.
Ahora, todo cambia la noche en la que Sam pierde la memoria y no recuerda nada más que sangre, sangre y sangre. En cierto sentido, perder la memoria le dio una segunda oportunidad a Sam para ser mejor, para empezar de nuevo... para no ser tan idiota. Porque esta Sam, la que está recordando, se siente enferma consigo misma y las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida.
''Porque no estaba bien, no iba a estar bien. Me había quedado atrapada en esta vida que no recordaba, exprimida en la cáscara de esta chica... Esta Samantha Jo Franco. Y mientras más aprendía de ella, más empezaba a odiarla.''
Pero claro, la pérdida de memoria también se llevó consigo la respuesta de la pregunta del millón de dólares: ¿qué rayos pasó esa noche? Quién sabe, porque Sam, por más que intente, no puede recordar en su totalidad qué le sucedió a Cassie, su mejor amiga desaparecida, y con la que al parecer vivía peleando todo el tiempo; y tampoco lo que le sucedió a ella dicha noche, dejándola caminando sola por una calle y cubierta de sangre.
Así, poco a poco vamos enganchándonos en la historia, temiendo por todos esos sustos que nos da Jennifer mientras juega con nuestra mente y con la mente de Sam.
Los flashback que tiene Sam de vez en cuando, esos recuerdos que llegan fugazmente y te dejan con más dudas de las que tenías, me encantaron. Las notas que Sam recibía -no diré spoilers, don't worry- cuando pasaba algo paranormal en la historia yo me quedaba simplemente como... ¡WTF?
Estaba intrigada, el suspenso me mataba. Quién, cómo, cuándo, por qué... necesitaba respuestas, respuestas encerradas en la memoria de Sam que iban resurgiendo poco a poco... matándome lentamente.
Pero el misterio no es lo único en la historia, aunque sí lo principal. No puedo terminar esta reseña sin hablarles de mi muy hermoso y nuevo novio: Carson, el mejor amigo de la infancia de una Sam que se convirtió en un monstruo. Sam vivía haciéndole la vida imposible a Carson y peleaban mucho, pero antes, en la infancia, eran muy unidos.
¿Qué había cambiado? Sam, como ya saben.
Ahora, esta nueva Sam, que en cierto modo es la misma, se siente atraída a Carson desde el principio, no sólo por su -muy, muy- increíble belleza, sino porque parece que aunque el tipo es cauteloso con ella (como si en cualquier momento ella le fuera a saltar encima), él no le puede ocultar su preocupación y su afecto. A pesar de Sam haber sido mala con él, Carson la quiere, y su sonrisa, sus ojos azul claro, su disposición a ayudar a Sam en lo que sea, la manera en la que el nunca dudó de ella...
¿Cómo hace Jennifer L. A. para crear a estos chicos? Dios, Dios, Dios...
Como sea, no pude evitar que mi corazón se acelerara en este libro, me hacía mirar para ambos lados en mi habitación y te vuelve algo detective también, haciéndote hablar sola.
¿Quién diablos es el que les deja las notas a Sam? ¿Cassie está viva o muerta? ¿Qué pasó esa noche? ¿Sam logrará recordar algo? ¿Por qué Carson está tan bueno? Pero claro, no falta el inoportuno que entra en tu habitación mientras hablas sola.
¿Quién diablos es el que les deja las notas a Sam? ¿Cassie está viva o muerta? ¿Qué pasó esa noche? ¿Sam logrará recordar algo? ¿Por qué Carson está tan bueno? Pero claro, no falta el inoportuno que entra en tu habitación mientras hablas sola.
Ahora, ¿ese final? Jamás me lo esperé.
Definitivamente, a este libro sólo le faltaba la banda sonora de fondo, esa llena de violines que aumentan la adrenalina, el misterio y el miedo.
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