Reseña de: Wallbanger- Alice Clayton

Géneros: humor, romance, new adult
Páginas: 384
Caroline Reynolds tiene un fantástico apartamento nuevo en San Francisco, una batidora marca KitchenAid, y ningún O (y aquí no estamos hablando de Oprah, amigos). Tiene una carrera de diseño en ascenso, una oficina con vista a la bahía, una receta asesina de pan de calabaza, y nada de O. Tiene a Clive (el mejor gato del mundo), amigos geniales, un grandiosos escote, y cero O.
Añadiendo insultos a su falta de O, desde su mudanza tiene un vecino mujeriego que pasa sus noches azotando la cama contra la pared. Cada gemido, golpe, y —¿fue eso un maullido?— señalan el hecho de que ella no sólo está perdiendo su sueño, ella aún sigue sin tener, sip, lo adivinaron, nada de O.
Ingresen a Simon Parker. (No, en serio, Simon, por favor entra). Cuando el «azota-paredes» amenaza literalmente con romper la pared, Caroline, vestida de frustración sexual y lencería rosa, se enfrenta a su escuchado-pero-jamás-visto vecino. Su encuentro nocturno tiene, bueno, resultados extraños. Ejem. Con paredes así de delgadas, la tensión será enorme…

Enserio no sé cómo terminé leyendo este libro.

Un nuevo dato sobre mí: no me gustan mucho los libros eróticos, de hecho, no me gustan para nada (no, no he leído 50 sombras del sexy Grey ni pienso hacerlo en un futuro cercano *aunque eso no significa que Christian no esté bien bueno, ejem*). 

¿En qué estaba? Ah sí, no sé cómo acabé leyendo Wallbanger (Azota-paredes en español, por Dios, jaja) tal vez fue por esa sinopsis tan intrigante y divertida. Quiero decir, ¿qué diablos? Por la sinopsis me di cuenta de que sería una comedia y le di una oportunidad.

¿Sinceramente? No me arrepiento.


No pare de reír con este libro, con una protagonista absoluta y COMPLETAMENTE LOCAL.O.C.A; el súper genial gato más extraño y agresivamente tierno del mundo; un protagonista muy sexy; mensajes de texto increíblemente raros; mucha comida casera; amigas con problemas cerebrales; frases con segundo sentido; los pensamientos mas extraños-y pervertidos- que he leído jamás; y torpe tensión sexual por doquier. 

Me sorprendió bastante el hecho de que la mayoría del tiempo la protagonista está pensando en cosas raras y de alguna manera u otra le encuentras el segundo sentido a la cosa más simple. Esta autora enserio jugó con mi imaginación.

Ahora, lo que más me gustó del libro (a parte de que me hizo reír demasiado) es que tiene más que lo sexy-sexo. También hay ternura, hay amistad y, por supuesto, mucha, mucha comedia.

Caroline Elizabeth, de veintiséis años, se muda a un muy hermoso departamento en San Francisco por solidaridad de su Jefa, Jillian, quien, por cierto, es bastante Kul (Sí, Kul). Con su increíble trabajo en Diseño de Interiores y sus muy anormales y leales amigas, Mimi y Sophia, no le falta mucho para ser feliz. Sólo, tal vez, volver a tener un orgasmo. 

Pero no. Caroline no ha vuelto a tener un orgasmo desde que una aventura muy mala con un idiota le privó de sus hermosos O para siempre. Imagínense entonces lo feliz que está al tener cada noche (cuando está durmiendo felizmente) un recordatorio de su mala vida sexual, ya que su vecino (quien puede hacer maullar a una mujer, WTF) golpea sus muy finas paredes-por donde se escucha todo del otro lado- y no específicamente con las manos.


Caroline, harta de todo eso, va una noche a donde el wallbanger para enfrentarlo, y es entonces cuando empieza a nacer esta cosa del odio-amor-más-odio entre los personajes.

''A medida que el fuego crepitaba alegremente, nos reímos, bebimos y contamos historias. Y con esto me refiero a Mimi, Sophia, Neil y Ryan mientras Simon y yo nos mirábamos sobre las llamas. Con las chispas volando, cerré mis ojos un poco y lo imaginé asándose en el fuego del infierno.''

Claro que este libro puede llegar a lo cliché, es decir, duh. Sin embargo, en la novela la amistad entre los protagonistas se desarrolló muy bien, no vemos a los protagonistas enamorándose en la página 10, se los aseguro. La forma en la que poco a poco fueron convirtiéndose en amigos íntimos, en personas importantes para ambos, fue bastante lindo de ver-leer. 


¡Y Caroline! Oh Dios, me encantó mucho su personaje. Sí, la tipa está loca y es bastaaaaante pervertida (Jesús, es peor que los muchachos de mi curso), pero es su actitud la que llama la atención. Ella es atrevidamente dura y divertida, como sus amigas. 

¿Y Simon? (nuestro lindo wallbanger), él también me gustó, sus acciones lo vuelven una persona dulce, aunque mayormente no es la palabra que lo describe. Él es simpático, divertido, muy imaginativo (obviamente) y tiene estos increíbles ojos azules... 


Simon es intenso. Caroline está loca. Hay mucha tensión sexual en el libro y, sin embargo, yo, la que no lee libros eróticos, lo disfruté.

Además, ¿no es Clive el gato más asombroso del mundo? Les juro que parecía una loca, riéndome a las 2:00 AM por culpa de este gato

Nunca olvidaré algunas cosas de este libro, verdaderamente no puedo decir que no me gustó, es bueno y si bien vi por ahí que hay un segundo libro no estoy segura de que lo lea, ¡el final de wallbanger está bien como quedó! Pero quien sabe, una dosis de humor nunca está de más.


¿Qué les digo?, si les gusta la lectura erótica y quieren reírse, les recomiendo este libro. Lo lees en un abrir y cerrar de ojos de tan sencilla que es la lectura y estoy segura de que les sacará más de una sonrisa.

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