Bueno, no sé ni qué decir. Siempre trato de resaltar lo positivo de todos los libros que leo porque entiendo que los gustos son diferentes y nada ni nadie me ha dado el derecho para imponer mis gustos e insultar el trabajo de un autor porque, en lo particular, su libro no me haya gustado. Pero Dios, sí que me ha dado trabajo encontrar algo positivo en Fallen Too Far.

Ahora, si bien es cierto que este libro no me ha gustado ni un poco, tal vez a algunos de ustedes les pueda gustar este tipo de historias. Sí, a mí, en lo personal, me ha parecido muy mala. Me he enojado mucho, he querido golpear a varios personajes y no sé cómo sentirme luego de haberlo leído. Sin embargo, esa ha sido mi reacción, no hablaré por ustedes que, tal vez, puedan encontrar esta historia… qué se yo, ¿interesante? Lean la reseña y denle una oportunidad.

No sé qué me poseyó para leer este libro porque recuerdo que cuando era pequeña todas las historias que iniciaba de Abbi Glines, exceptuando la trilogía Existence que me encantó, no me gustaban para nada. Sin embargo, esta vez decidí darle una oportunidad a Fallen Too Far y a esa hermosa portada que tiene para ver si mi yo de 15 años era simplemente muy quisquillosa con sus gustos. 

Estoy totalmente de acuerdo con la mini-yo. 

Blaire ha tenido una vida muy dura. Mientras crecía, perdió a toda su familia. A su hermana gemela en un horrible accidente. A su padre, por abandono voluntario. A su madre, por una enfermedad asesina. 

Su adolescencia ha transcurrido en medio de tristeza y la necesidad de asumir responsabilidades que no eran suyas. Se vio obligada a crecer muy deprisa, a madurar muy pronto, aunque es evidente al pasar las páginas que su mente sigue siendo la de una niña. 

Blaire, sin nadie a quien acudir luego de la muerte de su madre, contacta a su padre para recibir un poco de ayuda mientras intenta descubrir qué hacer con su vida. La solución de su padre, ahora con una nueva familia, es decirle a su hija que viva un tiempo con ellos. Con esa nueva esperanza Blaire se dirige a Rosemary Beach, Florida, lejos de su agridulce hogar, Alabama, para un nuevo comienzo. 

Poco sabía que su muy responsable padre se había largado de donde le dijo que podía quedarse, dejándola sola con su hermanastro, Rush Finlay, quien también es el propietario legítimo del lugar en donde se quedará Blaire, y un completo y absoluto imbécil. 

Empecemos con esto. 

Blaire. He tenido muchos problemas tratando de simpatizar con Blaire porque, en cierto sentido, entiendo que sea tan ingenua. Se ha pasado su vida, gran parte de sus años, cuidando a su madre moribunda. No ha tenido la oportunidad de interactuar con el mundo, así que puede ser muy inocente. No obstante, creo que ‘’inocencia’’ es una cosa y ‘’tonta’’ es otra completamente diferente. A veces, no sabía qué era Blaire. 

Cuando empecé este libro y lo primero que descubro es a esta chica apuntándole con un arma a un chico porque se sintió amenazada, yo realmente esperaba mucho más de ella. Pensé que sería algo temeraria o, al menos, que hablaría por sí misma luego de esa escena. Sin embargo, Blaire es completamente sumisa, complaciente, indecisa, contradictoria, infantil, manipulable, enamoradiza, insegura, conformista y, después de ese final, añadiría también que es algo dramática. 

Lo que más me sorprendió de este libro fue que todavía no iba ni por la página cuarenta y ya ella estaba enamorada de Rush. ¡Ni siquiera habían hablado bien! ¡No se conocían de nada! Y aun así, Blaire tiene este tipo de pensamientos: 

Rush. ¿Por qué el sonido de su nombre hacía que mi corazón se acelerara? Porque él era injustamente perfecto. Ese era el por qué.

Es que de verdad no lo entendía. Y si me dices que el chico es un amor de persona entonces podríamos atribuírselo a un flechazo, pero el tipo es un idiota. Se los juro. 

Podría afirmar que Blaire es sumamente indecisa y débil en sus convicciones, porque en un momento ella jura que se dará a respetar frente a Rush, que está enojada con él y no soportará sus acciones, y después cede ante cualquier palabra bonita y piensa cosas como ‘’mi corazón se rindió’’. Es tan contradictoria consigo misma, que primero se convence de que necesita estar sola para entender qué es lo que siente por su hermanastro, y a los dos minutos ya está pensando que tiene que irse de parranda a buscar chicos que la distraigan de lo que siente por Rush. 

Otro ejemplo de la inconstancia y volubilidad de la personalidad de Blaire es el hecho de que es rápida en juzgar a una amiga porque tiene sexo con cualquier chico sin importar que sea un tonto, sin darse más valor ella misma y aspirar por alguien que no la trate como un simple objeto sexual, pero, oh sorpresa, luego ella hace exactamente lo mismo. Peor aún, ruega por sexo. 

En fin, la hipotenusa.

El hecho de que se enamorara de Rush prácticamente al principio del libro es una de las razones por la que la historia me ha parecido tan sin sentido. Es frustrante como la vemos rogar, callarse y aceptar toda la basura que le tiran como si no tuviese dignidad. La chica no alza la voz, no se da su lugar. Pocas veces la vemos hablando con razón, pero en la mayor parte del libro da la impresión de que no se entiende a sí misma ni mucho menos sus sentimientos. Es una niña pequeña que no sabe lo que quiere, que ruega por amor, que pretende ser alguien capaz y madura pero, verdaderamente, sus decisiones dejan mucho que desear. 

Quiero entrar al libro y decirle que tiene derecho a enojarse, que debería seguir sus propios consejos y abrir un poco los ojos. A esta chica podían estarle clavando un cuchillo y quien se disculparía sería ella. Siempre asume que quién ha cometido el error ha sido ella. 

Rush es un tonto, es porque ella es muy entrometida. 

Rush le permite respirar, oh, qué amable por su parte. 

Rush le dice que no puede hablar con otros chicos, aw, debe quererla de verdad. 

Lo único positivo que he podido rescatar de su personaje es que, a pesar de todo, es educada (ignoremos que la vemos amenazando a alguien con un arma al principio de libro, pero, hey, la asustaron). Me parece que el mundo sería mucho mejor si todos fuéramos más educados y amables, y Blaire, aunque es muchas cosas frustrantes, por lo menos tiene educación. Tal vez demasiada. 

A veces incluso, en pocas y extrañas ocasiones, vemos su potencial de ser una chica fuerte y autosuficiente que se da a respetar:

La mano de Dalton se deslizó más y ahuecó mi trasero completamente. — Maldición, chica, tu cuerpo es increíble —murmuró en mi oído. 

Alerta Roja. Necesito ayuda. 

Espera. ¿Desde cuándo necesito ayuda? No había confiado en alguien en años. No tenía necesidad de empezar a buscar ayuda ahora. Puse ambas manos en el pecho de Dalton y lo empujé. —Necesito algo de aire y no me gusta que hombres extraños toquen mi trasero —le informé.

Luego entonces el efecto Rush le vuelve a freír el cerebro:

Rush sería mi primera vez. Se sentía bien. Dentro de mí sabía que estaba destinado a ser el tipo que me enseñara sobre la vida. Incluso si él rompía mi corazón al final.

Me ha impactado un poco el hecho de que este libro esté tan sexualizado. Y no me refiero a las escenas eróticas porque eso es parte del género literario al que pertenece. Me refiero a las mismas chicas que aparecen en la historia. Me da la impresión de que todos los chicos hacen por lo menos un comentario sobre sus atributos. Es triste y desagradable, pero TAN realista, como a estas chicas las hacen vestir provocativamente para los hombres en el trabajo. 

Sin embargo, nadie siquiera comenta algo al respecto. Se normaliza, tristemente. No se mira con malos ojos. Estas chicas parecen trozos de carnes y cada personaje hombre creado por Abbi es como un perro hambriento. 

Rush es el peor de todos. De verdad que no sé qué clase de protagonista es este chico, no he podido conocerlo a fondo, pero de acuerdo a lo que sí conocí este personaje deja tanto que desear como Blaire. Tal vez hasta más. 

Es el típico chico hermoso mujeriego, pero a otro nivel. Rush realmente se acuesta con una mujer diferente cada vez que le de su sagrada gana, y realmente la manda a volar la mañana siguiente. La echa de su casa luego de un buen polvo, sin ninguna educación. 

Oh, y tiene una casa enorme con muchísimas habitaciones, pero aún así tiene sexo con ellas en un sillón de la cocina, justo en las narices de Blaire. 

Nada podría enamorarte más, ¿verdad? 

Y que conste que me parece una maravilla que tenga todo el sexo que quiera con quien quiera, es su vida y está soltero. Pero DIOS MÍO, ¿respetar es mucho pedir?

Al igual que Blaire, Rush se enamora como nunca en su vida en unas cuantas páginas. No la conoce, solo sabe que es hermosa, pero eso es suficiente para empezar a actuar como un manipulador y controlador. De verdad, la trata horrible, pero cuando se abre con ella es para decirle que ningún chico es suficientemente bueno para ella así que él no quiere que esté con nadie, que no deberían tocarla porque ella es demasiado perfecta, entre otras tonterías. 

Okay, primero que nada, ¿¡conocido?!, ¿¡cuando se conocieron!? Segundo, ¿por qué idealizar a alguien que no conoces? Blarie no es para nada perfecta. Tercero, ¿enterrarme dentro de ti? Pues vaya, que romántico, ¿qué es él, una planta? Cuarto, ¿un bastardo enfermo dijo? Entonces que deje de serlo, no es tan difícil.

La primera impresión que obtuve de Rush fue que era un mal educado. Es decir, este chico dejó que la hija de su padrastro, quien se supone iba a vivir en su casa por un tiempo, una casa que tiene muchísimas habitaciones; empezara a vivir abajo de las escaleras y todo, según él, para “protegerla” de él mismo. 

Pues que ser humano tan egoísta y horrible. ¿Protegerla? Ese es su problema. No importa qué ridícula razón haya tenido según él para hacer eso, si el problema lo tenía él entonces debió controlarse, no obligarla a dormir en un horno. 

El primer momento en el que tuve esperanzas de que su personaje no fuera un completo fracaso fue cuando le dijo que durmiera en una habitación real. Se sintió culpable porque sabía que estaba siendo un mal educado. El hecho de que se avergonzara indica que en el fondo es un ser humano con una noción de la decencia. 

Es que de verdad, me han intrigado y fascinado personajes parecidos a Rush con ese deseo extremo de protección, pero es que no pude conectar con él. Es chocante para mí, y tal vez es por esa actitud tan pésima que ha demostrado en este primer libro. 

Intenté, de verdad que intenté ver este libro de manera positiva, pero no puedo guardarme estos pensamientos, no puedo dejar de decir que el enfoque que le dio Abbi a la historia la convirtió, y a todos sus personajes, en algo que se pudo explotar de mejor manera. Porque he leído este tipo de historias antes y no me han disgustado tanto. Hay personajes masculinos algo posesivos que, a pesar de lo malo, tienen cualidades hermosas que se pueden resaltar. Sin embargo, esta vez ha sido todo tan distinto.

Creo que un ejemplo perfecto es Paper Princess, que aunque su personaje masculino no me ha gustado demasiado sí he podido resaltar cualidades en él, y la historia en general es bastante adictiva y está bien desarrollada.

Honestamente, creo que me gustaron mucho más algunos personajes secundarios que los mismos principales. Otros no tanto. ¿La hermana de Rush, Nan, y sus daddy issues? Muy triste su vida y todo, pero ¿tiene que ser una perra por eso? Pero claro, ser mala es justamente lo que ha querido transmitir la autora y ha hecho un trabajo excelente en crear un personaje tan desagradable.

Admito que cuando los protagonistas empezaron a hablar más, a verdaderamente conocerse y hacerse amigos, empecé a emocionarme un poco con la historia. Obviamente la tensión no les facilitó eso de amistad. El problema es que el intento les dura un par de páginas y ya vuelven otra vez con sus mentiras, secretos, sentimientos sin sentido, etc. 

El final me lo he encontrado un poquito sobrecargado de drama, algo así como en la Rosa de Guadalupe (y eso que me encanta el drama). Creo que fue un poquito demasiado intenso. ¿Y esa escena de sexo al final? Ay Dios, no sabía si reírme o llorar. Es que no podía tomármelo enserio. 

Estoy siendo muy parcial, pero no les digo esto para que no lo lean. Este tipo de historias intensas de romances algo rápidos y sin mucho sentido es perfecta para, por ejemplo, pasar el rato porque no están de humor para leer algo muy complicado o qué se yo, simplemente porque sí. 

Denle la oportunidad y creen su propia opinión. 

Este libro tiene buenas reseñas, incluso hay muchas personas alabándolo y comparándolo con Beautiful Disaster, un libro que leí hace muchos años y recuerdo que me gustó, así que quien sabe, ustedes pueden amarlo igualmente. 

De todos modos, repito: que mi opinión no influya en su decisión de leer este libro, si le dan la oportunidad y difieren conmigo pues, qué les digo, eso es precisamente lo bello de la diversidad.