Géneros: fantasía, paranormal, romance

Páginas: 327

Justo cuando Sophie Mercer empezaba a aceptar sus extraordinarios poderes mágicos, el Concilio Prodigium se los arrebata. Ahora se encuentra sola, indefensa y a la merced de sus enemigas juradas, las Brannick, una familia de mujeres guerreras que desean derrocar a los Prodigium. O al menos así lo cree Sophie, hasta que hace un descubrimiento del todo inesperado: las Brannick saben que se avecina una guerra épica, y creen que Sophie es la única con poder suficiente para impedir el fin del mundo. Pero sin su magia, no va a ser tan sencillo. ¿Conseguirá recuperar sus poderes antes de que sea demasiado tarde?

Me gustó Hex Hall, me encantó Demonglass y amé completamente Spell Bound.

Enserio. Debo admitir que cuando empecé la trilogía no esperaba mucho de ella, no sé, debió ser porque la empecé acabando Vampire Academy y pues, no creo que nada se le pueda comparar a esa magnífica saga. Pero al terminar Spell Bound y sentir ese vacío existencial que te queda al terminar algo bueno, supe que esta trilogía me había marcado.

Spell Bound es una mezcla de emociones, este libro es totalmente diferente a los otros dos. Nuestros chicos ya no están en Hex Hall ni en Thorme, pues ya no existen, y Sophie viaja en el Itineris hasta las Brannicks.

Sip, hacia la banda asesina de prodigios, porque ahí es donde está su madre. La pregunta del millón es: ¿por qué demonios?

La trama está vinculada al peligro más que en los otros dos libros, por eso te llena de emociones increíbles. Suspenso, miedo, adrenalina, esperanza...

El padre de Sophie ya no tiene poderes. Ella tampoco, aunque los siente. Archer está desaparecido, Jenna también, Cal también y no se sabe quien está vivo y quién no.

Todo por culpa de las Casnoff, Lara y Anastasia, quienes están criando demonios como Nick y Daisy. Sip, esto es digno de una cara what the fuck. 

Si en Demonglass pasaron todas esas cosas, no se imaginan las que pasan en este último libro. Spell Bound es tan bueno, Dios, todo lo que pasa simplemente te deja adicta a más y más capítulos. 

Asimismo, en este libro siguen apareciendo nuevos personajes: Izzy y Finley. También Aislinn. No puedo explicarles lo mucho que me gustaron estas mujeres, a pesar de todo. Y pues, veremos que la amistad es tan grande como para bajar al infierno si es necesario. Literalmente.

Y... ese... final... *intentando no llorar*

Sin comentarios.

Sophie, a pesar de todo lo que tiene encima, sigue con su increíble humor, y eso me gustó de ella. Es una chica fuerte y estupenda, aunque a veces ella misma no lo sepa. Para ser una adolescente que ha pasado por tanto en su muy extraña vida, es muy valiente, y la admiro por eso.

''Mi madre sonrió y me apartó el pelo de la cara.

-Puedes llamarte como quieras.

-Vale. desde ahora, me llamaré Sophie la maravillosa princesa de fuego.''

Su sarcasmo es mi cualidad favorita de ella, claro está.

Me encantaría decir más, pero no quiero arruinarles una historia que merece tanto la pena ser leída, así que solo les diré que me encantó este libro. El libro te hace sentir demasiadas emociones, así que no puedo solo resaltarles una y decirles que es simplemente bueno, o triste o bla, bla, bla.

No. No puedo. Es más que eso, es más que un solo sentimiento y es, sin duda, el mejor final que le pudo dar la autora a esta genial trilogía.

Spoiler

Oh Dios, juro que lo de Cal me mató. ¿Por qué? No me lo esperé para nada. Él no quería ser ''ese chico'' y fue justamente ''ese chico''. Aún no lo supero. Que injusto. No... no puedo... 

En cuanto a Elodie, creo que no la odio. Y Archer, este chico es increíble.

''-¿Mercer? Hace un mes que no te veo. La verdad es que esperaba otro recibimiento. Algo tipo: <<¡Oh, Archer, amor mío, fuego de mis entrañas, cómo he anhelado...!>>.''

He terminado esta trilogía y estoy muy feliz de haberlo hecho. Vale la pena totalmente, es hermosa. Rachel H. rockea (aún así quiero matarla, pero con amor).