Reseña de: Frigid- J.Lynn (Frigid #1)
Páginas: 252
Géneros: romance, new adult.
Para Sydney, estar enamorada de Kyler no es nada nuevo. Han sido mejores amigos desde que él la hizo caerse en el patio de juegos y ella lo obligó a comer un pastel de lodo. Pero en algún momento en los últimos años, se enamoró de él. ¿Cuál es el gran problema? Kyler es el hombre más mujeriego de todos. Nunca sale con una chica más de unas cuantas noches, y ya que es su último año en la universidad, Syd no quiere arriesgar su amistad declarándole su amor.
Kyler siempre ha sabido que Syd está totalmente fuera de su alcance. Ella es perfecta. Lo es todo para él. Sin embargo, siempre intenta ocultar sus sentimientos o concentrarse en cualquier otra chica. Después de todo, Kyler siempre será el pobre chico que toma malas decisiones, y Syd siempre será la única chica que no puede tener.
Pero cuando quedan atrapados en una lujosa estación de esquí por una tormenta de nieve, no hay nada que impida que sus sentimientos al rojo vivo salgan a la superficie. ¿Puede su amistad sobrevivir a la atracción? Mejor aún: ¿pueden sobrevivir a la situación? Porque mientras la nieve cae, alguien está acosándolos, y este viaje de esquí puede cambiar sus vidas en más de un sentido.
La verdad es que hacía mucho que no leía un libro de Jennifer, pero no he olvidado lo mucho que amo sus historias así que decidí tomar Frigid como mi nueva y temporal obsesión. Sin embargo, nunca he sido muy fanática de la literatura erótica para adultos. De hecho, en un sentido más amplio, nunca he sido fan del new adult. Son pocas las novelas dentro de este género que realmente me han marcado.
En ese sentido, cuando nuestra querida Jennifer utiliza el seudónimo de J.Lynn es porque la novela va dirigida a un público adulto (y eso es algo que aprendí hace unos días, no tenía ni idea). De manera que Frigid tiene, obviamente, un contenido más crudo o intenso en cuanto al romance que sus otros libros publicados bajo su nombre, Jennifer L. Armentrout.
La historia nos traslada al mundo ficticio de Sydney y Kyler, estudiantes universitarios y mejores amigos desde antes de dejar de comerse los mocos.
Como generalmente pasa dentro de las relaciones prolongadas entre personas de distinto (o igual) sexo, según los científicos y estudiosos que siempre tienen algo que decir, uno de los dos termina enamorándose del otro. Pero, por miedo a destruir la amistad, es muy probable que esconda sus sentimientos. En este caso, como nos adentramos en los pensamientos de Sydney, nos damos cuenta de que es ella quien está loca y completamente enamorada de su mejor amigo Kyler.
Uno de los problemas por los cuales no le ha confesado lo que siente, además del hecho de que no quiere complicar su hermosa relación con él, es que Kyler es un tanto… como decirlo, ¿amistoso con las chicas? Eso sería un eufemismo. Es un mujeriego, don juan, jugador… ¿eso basta?
Por si aún no ha quedado claro, Syd lo llama ‘’prostituto’’.
Si bien Kyler jamás ha tratado a Syd como a ''otra chica más'', ese es precisamente el problema para ella. Quiere ser una chica más para Kyler. Mejor dicho, quiere ser una chica y punto. Pero Kyler no la ve como mujer. Ella es prácticamente su familia.
O eso es lo que piensa Syd.
A medida que se acercan las vacaciones navideñas, Kyler, Sydney y sus otros dos amigos: el sexy Tanner y la genial Andrea; deciden continuar con la costumbre de ir a Snowshow Mountain a esquiar durante algunos días. Sin embargo, durante el camino, Tanner y Andrea son alcanzados por una horrible tormenta de nieve que los obliga a devolverse de su destino, mientras que para Kyler y Sydney esta tormenta significa quedar atrapados en su casa de Snowshoe sin ningún contacto con el exterior.
El asunto podría ser incluso romántico y perfecto para Sydney de no ser por dos cosas. Primero, se vuelve cada vez más difícil para ella estar encerrada con Kyler sin ser honesta sobre sus sentimientos. Segundo, alguien los está observando y haciéndoles la vida imposible, porque parece que no tiene nada mejor que hacer en medio de una tormenta de nieve horriblemente enorme más que atentar contra la vida de otros y asustarlos como la mierda.
En cuanto a los protagonistas, ambos me han gustado. Sydney es una chicha lista, es estudiante de psicología, extremadamente insegura pero no tanto sobre sí misma o su aspecto físico (lo es, pero no demasiado). Más bien, ella piensa demasiado las cosas y se va por caminos innecesarios, asume respuestas a preguntas que ni siquiera ha formulado por miedo a saber las verdaderas respuestas… sí, es algo complicada. Pero todo esto es porque se siente incapaz de llenar las expectativas de Kyler, por lo que ha terminado pensando en sí misma como tal vez poco atractiva, poco valiosa, etc.
Sus pensamientos no son completamente depresivos, considerando que tiene un amor no correspondido desde hace años y que mira como quien ama está con muchísimas mujeres menos con ella… si, eso ha hecho mella en su autoestima, pero la chica no es un completo desastre.
Kyler, por otro lado, es uno de esos protagonistas que me gustan pero no me encantan. Un pequeño dato sobre mi es que termino enamorada de cada protagonista de las historias que leo, pero a veces algunos no me convencen demasiado. Kyler es uno de ellos, no porque sea malo, simplemente no tuve suficiente de él, supongo. O tal vez solo me estresan los mujeriegos, no se.
De todos modos, Kyler tiene una faceta muy dulce con Sydney. Ella es su vida, en pocas palabras. Me atrevo a decir, incluso, que Kyler ha idealizado un poco a Sydney. Ella es perfecta a sus ojos, inalcanzable, demasiado mujer para cualquier hombre, incluido él. Tengo emociones encontradas al respecto de esto, y es que si bien no es malo idealizar a alguien (de hecho, cuando nos enamoramos a veces tendemos a idealizar un poco a esa persona inconscientemente), en la realidad fuera del libro, poner al amor de tu vida en un altar puede traerte horribles decepciones. Se que es un libro, y se que él y Sydney se conocen prácticamente desde que nacieron, pero tal vez no es completamente sano pensar en alguien humano como un ser sobrenatural que se rompe al tacto y merece únicamente protección debido a su perfección.
De hecho, Sydney es tan imperfecta como lo es Kyler, y lo ha amado tanto en silencio porque pensaba que ella no era suficiente, y que el inalcanzable era él.
El hecho de que Kyler llevara esta idealización a un nivel tan alto lo convierte, incluso, en una persona un poco controladora cuando se trata de Sydney, pues no dejaba que ningún chico se le acercara demasiado ya que, según el, no estaban a su altura.
Podrías pensar que hacía esto por celos, pero al principio Kyler lo hacía y ni siquiera admitía que lo que sentía eran celos, simplemente expresaba ese sentimiento proteccionista en cuanto a Syd como resultado de lo idealizada que la tenía. Kyler incluso se negaba a pensar que ella se fijaría en alguien como él, era algo imposible en su mente.
Por ello, ni siquiera se molestaba en analizar demasiado sus sentimientos hacia ella, o verla como a una mujer y no como su mejor amiga, no hacía nada de esto y no porque ella fuera poca cosa para él ni porque no le atrajera, sino porque de cierta manera sería ''perder el tiempo'' porque Sydney era alguien completamente fuera de su alcance. Esto, por otro lado, también refleja la pobre concepción que tenía Kyler sobre sí mismo.
‘’…ella encontraría alguien que no desfilara con otras mujeres delante de ella. El chico que habría sido bueno para ella. Que habría tenido su mierda organizada. Que la habría tratado como si fuera la cosa más preciada en este mundo. Y habría sido el hijo de puta más suertudo.
Quería ser ese hombre.’’
Finalmente, como siempre con los libros de J.Lynn, me he reído mucho. Se que lo he dicho mucho ya, pero es que amo tanto a esta autora.
‘’Caminamos, o arrastramos los pies, más o menos por un metro y luego me golpeé directamente con un buzón.
-¡Hijo de puta, saltó justo en frente de mí!
Kyler se detuvo, sacudiendo la cabeza.
-Eres un peligro para ti misma en este momento.
-Estoy bien. -Lo alejé con mi mano, caminé alrededor del objeto inanimado mientras le daba una mirada oscura-. Te estoy vigilando.’’
Tomando en cuenta que no me gusta demasiado este género y que eso es algo completamente subjetivo que va a variar dependiendo de cada persona, voy a decir que, como era de esperar, el libro no me ha marcado de manera especial. Ahora bien, considerando que Jennifer es una excelente escritora y sus personajes siempre han sido muy interesantes, divertidos y agradables de leer, no puedo mentirles diciendo que únicamente porque el género no siempre me atrapa o porque la historia no sea adictiva el libro no me ha gustado, porque sí me gustó.
La lectura es rápida, los personajes me hicieron reír, las emociones están descritas de forma realista de manera que puedes incluso sentirte identificada hasta cierto punto, tiene mucho romance (me vivo el romance, no puedo dejar de repetirlo), provoca ternura, es capaz de hacerte pasar un rato agradable… me gustó por estas y muchas otras razones.
J.Lynn supo desarrollar una historia que, de cierta manera, puede constituir un reto para el escritor con respecto a su lector. Me explico. En casi la totalidad del libro los protagonistas están encerrados en una casa que no tiene nada de especial, de manera que fácilmente el libro pudo incurrir en lo tedioso o repetitivo. Bueno, tal vez algunos podrían catalogar como repetitivas en la historia las escenas de sexo, lo cual, considerando el género del libro, es algo que a mi parecer se vuelve casi necesario.
A pesar de esta limitación artística sobre el espacio en el que se desarrolla el libro, la lectura me ha parecido rápida y para nada tediosa. Sí creo que tal vez esa limitante influyó en que la historia, a mí en particular, no me atrapara completamente, pero más bien por el hecho de que la trama se centra únicamente en los protagonistas Syd y Kyler, y el amor no correspondido del que piensan que son víctimas.
Sí, sí, lo sé, también hay un psicópata que está compitiendo con la tormenta por quien es el mejor haciéndoles la vida imposible, pero este aspecto quedó en un segundo plano, y no era sino en ocasiones que recordábamos este punto hasta que tuvo su protagonismo al final de la historia.
Pienso que, si además de las escenas eróticas, la tensión sexual y el romance; hubiese en la historia algo igualmente potente de lo que enganchar al lector, tal vez el libro sí me hubiese parecido mucho más adictivo. Pero, sin importar esa opinión, el libro en general es muy bonito y sensual.
Es decir, sí, me gusta más el romance tierno que el romance duro-contra-el-muro; pero sin importar los teams esta es una historia que puedo valorar y disfrutar. Se logra ver, más allá de lo meramente erótico, el trasfondo de la historia y los sentimientos de los protagonistas y eso… bueno, es algo que no puede dejar de hacerme suspirar felizmente.
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