Reseña de: Crímenes Duplicados- Hjorth & Rosenfeldt (Libro #2 Serie Bergman)



Páginas: 617.
Géneros: novela negra, crimen y misterio.



Un nuevo caso para Sebastian Bergman, el psicólogo criminal más brillante, atractivo e insufrible del género negro.

Mientras una ola de calor azota Estocolmo, una serie de mujeres son halladas brutalmente asesinadas, y la brigada de investigación criminal se encuentra en un callejón sin salida. Los cuerpos llevan la firma de Edward Hinde, un asesino en serie encarcelado hace quince años gracias al psicólogo Sebastian Bergman. Sebastian, por su parte, necesita poner orden en su caótica vida y actuar de una vez por todas ante la revelación con la que acababa Secretos imperfectos.
Gracias a sus artimañas habituales, consigue hacerse un hueco en la investigación y pronto descubre que todos los asesinatos están relacionados con él y que nadie a su alrededor está a salvo. Ni él mismo.


Hi readers! Después de mucho tiempo sin redactar reseñas regreso con una de un libro que ha sabido provocar muchas emociones en mí. Un pequeño spoiler sobre esto: esta historia me atrapó completamente. De verdad, no voy a decir que la leí en un día como hago cuando un libro me atrapa, pero no podía durar mucho sin tomar el libro y continuar la lectura. Quería saber lo que pasaba después, la adicción era enorme.

Mi pequeño error fue no leer el primer libro de esta serie (Secretos Imperfectos), pues como esta obra fue un regalo, no esperé y la leí sin saber que había una primera parte. No obstante, como expliqué en una de mis entradas anteriores, la historia que se desarrolla en el libro es independiente a la primera. La vinculación entre los libros (según he investigado) resulta de sus personajes, pero los asesinos y los problemas varían. Algo parecido a Sherlock o Poirot.

En fin, volviendo al tema.

Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt son guionistas suecos, adentrados desde hace muchos años en el mundo de la producción audiovisual. Su fama se extendió con la creación de una serie de novelas negras protagonizada por un personaje brillante: el psicólogo criminal Sebastian Bergman. Así, crean una saga que actualmente consta de 6 libros, siendo este, ‘’Crímenes Duplicados’’, su segunda entrega.

En esta historia nos encontramos atrapados con una diversidad de personajes con personalidades dispersas, vinculados por un solo hecho: un nuevo asesino serial que está degollando, violando y en sí asesinando brutalmente a las mujeres dentro de sus dormitorios.
Cuando la Unidad de Homicidios inicia sus investigaciones, uno de sus peores miedos se hace real casi inmediatamente. No se trata de cualquier asesino, este criminal está efectuando exactamente el mismo ritual que uno de los asesinos en serie más peligrosos y temidos de Estocolmo en el pasado: Edward Hinde. Pero es imposible que se trate del mismo asesino ya que Edward lleva años cumpliendo su condena en condiciones de seguridad máxima.

Un imitador.


En este punto de la historia (que prácticamente es el principio) ya me tenían atrapada. Es decir, ¿cómo no estarlo? Desde que creé el blog en el 2014 he dicho cuanto amo las historias sobre asesinos, el crimen, misterio, suspenso… esta novela tiene todo eso.

El imitador cada vez actúa más rápido, asesinando a mujeres que a primera vista no pueden ser más diferentes, haciendo que los investigadores pierdan la cabeza tratando de encontrar cualquier pista, móvil o vínculo entre las víctimas; pero no encuentran nada.
Hasta que Sebastian Bergman aparece, despeinado, arrogante, desesperanzado y sin ninguna razón para reconstruir su vida, pero queriendo desesperadamente ser parte de algo. Y por algo se refiere a lo que sabe hacer: perseguir y atrapar criminales con sus conocimientos de psicología. Considerando que esta saga lleva por nombre el apellido de este personaje, se vuelve evidente que este es el verdadero protagonista de la historia y la clave para cualquier misterio que construyan Michael y Hans.

Necesito hablar un poco acerca de este personaje, específicamente su desarrollo en este segundo libro de la serie.

No estoy segura de cómo construyeron los autores a Sebastian en el primer libro, pero desde la sinopsis de los dos primeros libros de la serie se puede percibir que intentan vender al protagonista como un genio, un hombre brillante capaz de resolver las cuestiones más profundas de la mente de los asesinos seriales. Yo ciertamente estaba emocionada por conocer a este hombre cuando empecé a leer Crímenes Duplicados.
Sin embargo, para mi sorpresa, lejos de encontrarme a un hombre brillante, implacable e infalible; me encontré leyendo los pensamientos de un joven increíblemente destruido, al borde de la cordura, vulnerable y, simplemente, humano.

Real.

‘’Se le quebró un poco la voz y acabó la frase en un murmullo apenas audible. Detestaba que la voz le fallara de esa manera y su caudal habitual quedara reducido a un susurro.
-Esto es nuevo para mi -añadió con un sonido débil-. Antes nunca perdía el control.
-¿De verdad? […] Entonces, ¿lo de mandar toda tu vida a la mierda fue una decisión deliberada y consciente? Si es así, enhorabuena, porque lo has conseguido.
Sebastian se volvió hacia su terapeuta con la mirada vacía y le contestó con algo más de fuerza en la voz.
-Es un milagro que todavía no te hayan retirado la licencia para ejercer la psicología.’’

No me malinterpreten, no quiero decir que su personaje no sea brillante, pues claro que lo es. No obstante, esa genialidad solo destella en unos cuantos momentos del libro, muy pocos.
Ya Sebastian no es ese profesional ejemplar con plena confianza en sí mismo al que todo el mundo admiraba en su momento. Está destruido, su vida ha dado un giro de ciento ochenta grados y ha sufrido la pérdida en su máxima expresión. Su única razón para vivir es una hija que no sabe de su existencia y que, aun así, lo detesta. No tiene a nadie más, lo cual lo lleva a sumergirse en la autocompasión, odio a sí mismo, el alcohol y mucho sexo.

Si Sebastian era así en el primer libro, no lo se en absoluto, pero en esta entrega el protagonista concretiza la desesperación y lo que es tocar fondo. Sus decisiones alejaban a las personas y él lo sabía, pero aún así continuaba destruyéndose, como si esa fuera su única salvación. Y entonces cuando intentaba seriamente cambiar, las personas, ya acostumbradas a su actitud, le daban la espalda.

‘’Había que tener vida propia antes de poder formar parte de la vida de otra persona. Pero ¿cómo demonios iba a conseguirlo si nadie quería darle una oportunidad?’’

No mentiré, me decepcionó un poco que el personaje más inteligente de la obra estuviese demasiado ocupado resignándose a que su vida había acabado como para intentar ser inteligente. Pero nuevamente, él ha vivido una serie de circunstancias que lo han llevado hasta ese punto, y si bien es psicólogo y sabe que está tomando las decisiones perfectas para destruirse a sí mismo, no puede evitar-o tal vez no quiere evitar- rendirse a su futuro.

Es realista. Si él saliera airoso y brillante con todo lo que ha pasado, su personaje no sería muy diferente al de John Wick que nunca recibe una bala aunque esté en medio de un tiroteo.


A pesar de sus demonios, Sebastian es capaz de encontrar el vínculo entre las víctimas y el asesino, y este descubrimiento los lleva a todos a una carrera para atrapar al asesino. Una cosa es segura a partir de esta revelación: ni Sebastian ni nadie estarán a salvo hasta que no resuelvan este misterio.

Como el libro es contado en tercera persona, somos capaces de apreciar muy de cerca a otros personajes de la historia, como lo son los miembros de la Unidad de Homicidios: Torkel, el jefe; Úrsula; y los policías Vanja y Billy. No me adentraré mucho en el análisis de estos personajes, porque si bien cada uno de ellos es relevante, la verdad es que son partes de un escenario colocado en segundo plano.

Lo que sí puedo decir es que a veces no podía comprender la actitud que ellos tomaban contra Sebastian, especialmente la de Vanja. Se que Sebastian es un desgraciado, él mismo lo admite. Ya se ha aclarado que es experto en herir a las personas una y otra vez. No obstante, no puedo dejar de sentir esta empatía por él, lo cual activa mi rabia cuando otros personajes son tan toscos con él, rozando la crueldad.

‘’-Deberías llevar una señal de peligro en la frente. Eres peor que el virus del sida.
-Quizá pienses que me lo merezco -dijo Sebastian en voz baja-, pero ¿podrías dejar de hablarme de ese modo, por favor?
Vanja se volvió hacia él con un punto de dureza en la mirada.
-¡Ah! ¿Lo estás pasando mal? Perdona, pero no sé si habrás notado que tú no eres la víctima.’’

En lo personal, a mí me ha parecido que estos personajes cargan una pesada cantidad de resentimiento y odio dañino. El único que se libera de eso es el dulce Billy, a pesar de sus también malas decisiones a lo largo del libro.

Adentrarnos en la mente de Sebastian, las vivencias e historia de los demás personajes y, sin duda alguna lo mejor, los pensamientos de Edward Hinde y del imitador; son las razones por las que tengo que recomendar a los cuatro vientos este libro.

Vale la pena, es muy bueno y lo amo completamente.  

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