Reseña de: Sweet Evil- Wendy Higgins (Libro #1 de la Trilogía The Sweet)

Páginas: 447
Géneros: fantasía, romance, paranormal 
Abraza lo prohibido. 
¿Y si hubiera adolescentes cuyas vidas dependieran, literalmente, en ser malas influencias? 
Esta es la realidad para los hijos e hijas de los Ángeles Caídos.
La chica sureña compasiva, Anna Whitt, nació con el sexto sentido para ver y sentir emociones de otras personas. Es consciente de la lucha en su interior, una atracción inexplicable hacia el peligro, pero Anna siempre ha tenido la ventaja de su lado angelical para equilibrar la oscuridad de su interior. No es hasta que cumple 16 años y conoce al atractivo Kaidan Rowe que descubre su terrible legado y su fuerza de voluntad es puesta a prueba. Él es el chico sobre el que tu papá te advertiría. Si tan sólo alguien hubiera advertido a Anna. 
 Obligada a enfrentar su destino, ¿Anna elegirá su halo o sus cuernos?

Mi corazón está sufriendo tanto ahora mismo. Hablo enserio, me siento tan vacía, tan triste, pero en el fondo feliz. 

No me entiendo, lo juro. 

Hace muchos, pero muchos años atrás, leí esta hermosa trilogía escrita por Wendy Higgins. Mi mejor amigo, aburrido en esta cuarentena y con los mismos gustos que los míos a la hora de leer un libro, me pidió que le recomendara buenas historias de fantasías. Inspeccionando mi biblioteca encontré esta trilogía que, con honestidad, había olvidado completamente. 

Qué les digo, ¿han sentido alguna vez esa calidez y alegría melancólica cuando encuentran un libro que leyeron hace mucho tiempo? Les juro que no recordaba casi nada de esta historia más que lo esencial, pero sí sabía que la amaba con locura y que en su momento me encantó

Descubrí que las cosas no han cambiado desde entonces. 

Decidida a apartar la nostalgia y volver a sentirme así de feliz, empecé nuevamente esta trilogía hace unas semanas, aprovechando las vacaciones de la universidad. Los devoré completamente y vengo a recomendarles esta historia con fuerza, porque si son unos románticos como yo y aman la fantasía y la ciencia ficción, demonios, lean esto YA

¿A quién no le gustan las historias de ángeles y demonios? Creo que cuando era más joven desarrollé una obsesión por ellas. Angelfall de Susan Ee aún es de mis historias favoritas, por no decir mi favorita. 

En el primer libro de esta increíble entrega, nos adentramos en el mundo de Anna Whitt, el cual podría decirse es bastante normal. Incluso aburrido, dependiendo de como lo mires. Anna es estudiante de secundaria aún, una adolescente común y corriente que vive el día a día con su madre adoptiva, Patti, y su mejor amigo, Jay; dos seres humanos hermosamente adorables que encarnan el concepto de amor y apoyo incondicional. 

Voy a hacer una breve pausa para decir que me encantaron estos personajes. Jay, por un lado, es un pilar fundamental en la vida de Anna. Es, sin lugar a dudas, su único y mejor amigo, y aunque en la mayor parte de la historia no tiene una participación realmente... consciente en cuanto al diario vivir de Anna (por decirlo de alguna manera), ha sabido permanecer a su lado. Él es ese amigo chico buena onda y simpático, además de buena persona, que pienso toda chica necesita. 

Patti, por otro lado, es una constante muy importante en la vida de nuestra protagonista. Ella siempre ha sido bastante cuidadosa cuando se trata de Anna. De hecho, es algo sobreprotectora al principio, pensando mucho una decisión si se trata de dejarla salir de casa o exponerla demasiado. No obstante a eso, su cautela no se puede catalogar como obsesiva o puramente paranoica. Ella ama a Anna como una madre ama a su niña, y la crianza que le ha brindado desde siempre ha ido a la par con esta afirmación. A Anna nunca le faltó amor. 

Pero a su vida hasta el momento si le faltó una cosa: honestidad. 

No es hasta que Anna va a un concierto con su amigo Jay que se da cuenta de que tal vez su vida es menos aburrida de lo que pensaba. Así inicia la historia, Anna en el concierto de un grupo musical llamado Lascivious, en el que, para su sorpresa, conoce al extraño baterista de la banda, Kaidan Rowe

Aquí es cuando nos desmayamos. 


Kaidan puede ser el chico más apuesto que ha visto nunca, al cual se siente atraída inmediatamente. Pero bueno, el chico es un idiota al principio, preguntándole cosas que no entiende y siendo un completo don juan con todas las chicas. 

Poco sabía Anna que ser un don juan era, literalmente, su trabajo. 

Una serie de eventos consecutivos dirigen a Anna a un mundo al que no sabía que pertenecía a pesar de que siempre supo que dentro de su vida ‘’normal’’, era diferente, rarita, incluso. A cierta edad desarrolló la capacidad de usar sus sentidos al máximo, escuchando y oliendo cosas hasta a un kilómetro de distancia de ella, viendo perfectamente en la oscuridad, etc

No obstante, nunca creyó que era parte de un mundo donde los ángeles, y especialmente los demonios, estaban más cerca de lo que jamás imaginó. 

Con la ayuda de Kaidan, descubre que ellos no son humanos. Son nephilims, hijos de demonios y seres humanos. Sus padres demonios han sido encargados por Lucifer para andar por la tierra y probar a los seres humanos, tentándolos para que decepcionen a Dios y cometan atrocidades, rendidos ante las tentaciones. 

Específicamente, los demonios que habitan en la tierra son 12, y estos son llamados Duques. Cada duque es ‘especialista’ en uno de los pecados capitales y otros más, entre ellos: gula, odio, asesinato, robo, abuso de sustancias, codicia, envidia, adulterio, mentira, ira, y la lujuria. 

Los duques, al especializarse en un pecado, tienen el trabajo de tentar a la humanidad en base a ese pecado para que tomen malas decisiones. Es la prueba que les ha permitido Dios hacia los humanos, y ellos son muy buenos en sus trabajos. Los hijos de los duques, los nephilims, heredan ese pecado por lo que deben trabajar en base a él y continuar tentando a la humanidad. 

Kaidan y Anna son nephilims, el primero es hijo del duque de la lujuria y la segunda, del duque del abuso de sustancias. Ellos tienen el deber de trabajar porque, de lo contrario, los duques simplemente los asesinarían, ya que no guardan en su corazón ni una pizca de amor paternal. En pocas palabras, Kaidan tiene el deber de llevar a las personas al borde de la lujuria, y Anna de incitarlos a abusar del alcohol y las drogas. 


El hecho de que Anna haya vivido 16 años sin saber lo que era es un problema, por lo que Kaidan, con intenciones egoístas ocultas, decide ayudarla. Esto lleva a los personajes a un viaje en carretera para buscar a la única persona que realmente puede resolver las dudas de Anna: su padre, el duque Belial, el cual ha estado en prisión por los últimos 16 años. 

Ahora debo hacer otra pausa para hablar de tres cosas. Primero, mi hermoso Kaidan Rowe; segundo, la bella Anna Whitt; y tercero, ese viaje en carretera. 

Kaidan está lejos de ser perfecto. Está cien por ciento seguro de que pertenece al infierno, aunque eso le duela más que nada en la vida. En su mente, es una escoria, el malvado hijo de un demonio que ha hecho cosas horribles y llevado a mucha gente a la oscuridad. 

Si hay alguien que no merece amor o una oportunidad en el mundo, él cree que es él. No se permite imaginar que existe bondad en su cuerpo, solo se enfoca en una cosa: la lujuria. Es lo único para lo que es bueno, lo que le han enseñado, lo que sabe hacer. Tentar y pecar. 

Kaidan es un personaje tan simple pero a la vez complejo. Es el maestro de las máscaras. A lo largo de los libros Anna describe varias veces como él se cierra y deja de mostrar sus emociones. Se deja caer por esa oscuridad, esa inseguridad que lo invita a rendirse y aceptar que es una horrible persona. 

Está tan confundido, tan resignado a que es malvado, que no se da cuenta de que tiene un corazón precioso. Hasta que conoce a Anna. 

Anna es un amor de persona, solo así puedo describirla. Ella es lo ‘’dulce’’ del título, a pesar de que también es hija de un demonio. No la estoy idealizando, Anna sigue siendo mitad demonio, ella también sucumbe ante sus tentaciones igual que cualquier nephilim, pero no hay maldad en el corazón de Anna. 

Usualmente no me atrapan demasiado las protagonistas que son casi ‘’santas’’ y expelen inocencia e ingenuidad por todas partes, pero creo que si hay una excepción a esta regla sería con Anna Whitt. Por una simple razón: Anna es real. Puede que sea descrita como un ángel en muchas ocasiones, pero Wendy no se olvidó de que este personaje también es humano y supo describir perfectamente las inseguridades, miedos y malas decisiones de Anna. 

Ella es buena, pero no es perfecta, y eso la convierte en alguien por quien puedes sentir empatía, con quien te puedas identificar (aunque no seas mitad demonio, obviamente). 

El contraste entre Anna y Kaiden es hermoso. Los dos son muy diferentes, pero se complementan tan perfectamente que es difícil decir que no son el uno para el otro. Aquí voy a hacer una aclaración importante: esta historia tiene MUCHO romance. De hecho, me atrevería a decir que si bien es obvio que la trama se dirige a una batalla sangrienta contra los demonios, la mayor parte de los libros está enfocada en el romance entre los personajes. Lo cual, no se a ustedes, pero a mi y a mi lado cursi le encanta completamente. 

Sin embargo, la tensión sexual y la imposibilidad de rendirse al amor es bastante obvia en este contexto, porque los nephilims no pueden preocuparse por cosas innecesarias como el amor. Son puros instrumentos en el juego de los duques, y lo único que se espera de ellos es trabajo, de lo contrario, no se les permite vivir. El viaje en la carretera con Kaidan deja muchas de estas cuestiones claras, lo cual no hace más que herirlos por el obvio vínculo que van desarrollando a lo largo de la historia. 

Y hablando del viaje en carretera… 


Fue la cosa más linda que he leído. Amo a Kaidan, amo a Anna, pero Kaidan y Anna juntos son una historia completamente diferente. Son increíbles. El viaje revela a Anna muchas cosas no solo de su vida, sino de su relación con Kaidan, y esto es… bonito y desgarrador

También difícil, considerando que el pecado de Kaidan es la lujuria y Anna es una chica hermosa por la que siente mucha curiosidad en más de un sentido. 


En este primer libro hay mucho dolor mientras Anna se adentra en el mundo de los ángeles y demonios y descubre lo que se espera de ella, que es más de lo que se esperaría de cualquier nephilim. 

Conocer el mundo de Anna, los duques, los demás nephilims, la constante opresión a la que es sometida injustamente toda la raza de nephilims bajo la directriz de los demonios… todo esto lleva a Anna a cambiar completamente su vida para que los duques no la asesinen y así cumplir una misión que es más grande que ella y más grande que cualquier demonio. 

Pero primero debe sobrevivir, y para eso debe empezar a tentar a los seres humanos. 

Amé, amé, amé, amé, amé, amé este libro. 

El final me dejó desesperada, temerosa por la vida de estas personas pero esperanzada de que consiguieran el futuro que tanto merecen. Y así, sin perder tiempo, inicié la segunda entrega de la historia, porque la espera dolía y a pesar de haber leído los libros hace mucho tiempo, tenía, -necesitaba-, saber más de estos personajes.

La recomiendo totalmente a todo aquel que se derrita un poco por este tipo de historias, y a quien no... bueno, ¿qué puedo decir? tal vez te lleves una que otra sorpresa al darle una oportunidad. 

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