Reseña de: Hasta que el Infierno nos Separe (You Deserve Each Other)- Sarah Hogle

Géneros: romance, chick lit
Páginas: 400

Naomi vive con Nicholas desde hace tres años y están en la cuenta atrás de una boda que le trae de cabeza por las intromisiones de una suegra totalitaria. A medida que pasan los días se da cuenta de que ya no soporta a Nicholas: todo es una fachada para presumir en Instagram y preferiría hacerse el harakiri a casarse con él. El rechazo es mutuo, pero ninguno de los dos quiere romper el compromiso, pues el que se eche atrás tendrá que hacerse cargo de lo que han gastado ya en los preparativos de la boda.
Empieza así una lucha delirante en la que ambos se sabotean y emplean toda la artillería emocional que tienen a su alcance hasta convertirse en enemigos íntimos. A medida que la fecha de la boda se acerca, su carrera hacia la destrucción mutua se acelera, pero ahora que no tienen nada que perder pueden ser por fin ellos mismos y quizá aún queda alguna esperanza de que crucen la línea de meta juntos.
¿Y si tu enemigo resulta ser también tu prometido?

Pues vaya sorpresa me he llevado leyendo este libro. 

Inicié esta historia porque, bueno, es un chick lit, este género tiende a ser muy romántico y divertido. Y sí, You Deserve Each Other es romántico y me hizo reír muchas veces. Pero… no es lo que imaginé que sería, honestamente. 

Los primeros capítulos de la historia han sido dolorosos, crueles y simplemente muy tristes. En donde esperé muchísima diversión, encontré una pareja tan dolorosamente destruida e infeliz que no podía evitar sentirme incómoda. 

Durante la primera parte del libro no hay un momento de tregua. El odio es intenso y para nada inofensivo. Es cruel. Es triste. Fue muy frustrante leer y leer tantas peleas enfocadas en gritar defectos, pero sin un momento de silencio destinado a escuchar. 

Lo sé, con esta descripción tal vez se piensen que el libro es corta venas, pero realmente no. Está destinado a hacer reír al público lector. Las peleas y el odio entre los protagonistas están descritos jocosamente en los pensamientos de nuestra dramática y divertida protagonista. Pero es que vaya, ¿por dónde empiezo para que me entiendan?

''No amo a este hombre. Es algo que sé con todo mi corazón, sentada aquí, en la casa donde vivimos juntos, mientras la cuenta atrás de nuestra boda va sonando con más fuerza con cada día que pasa. Es un reloj del fin del mundo.''


Naomi y Nicolás se van a casar. Después de un maravilloso año de noviazgo, Nicolás le pide al amor de su vida que se case con él. Se aman, viven juntos, y han pasado el peor año de prometidos de la historia. 

Después de que Nicolás se compromete con Naomi, las cosas cambian. Él deja de esforzarse, ella empieza a alejarse, él prefiere la compañía de sus padres antes que la de su prometida, ella deja de preocuparse por él… 

El amor se apaga, si es eso posible, y mientras más tiempo pasa algo lo sustituye. ¿Odio? ¿Decepción? ¿Resentimiento? 

Su relación ha pasado de maravillosa a horrible en un año, y lo que antes era color rosa ahora simplemente no tiene color. Naomi no aguanta más y es obvio que Nicolás tampoco está feliz, pero ninguno de los dos hace nada al respecto. 

‘’Si no me emociona la idea de casarme, ¿qué demonios estoy haciendo?’’

Excelente pregunta. 

La excusa de Naomi para no querer romper me ha parecido simplemente absurda. Ella sabe que si deja a Nicolás tendrá que hacerse cargo de la mitad de los gastos de la boda, pero no tiene demasiado dinero. Además, también deberá dejar la casa en dónde vive y darle muchas explicaciones a las personas que no deberían siquiera meterse en su vida, así que en su mente es mucho mejor hacerle la vida más desgraciada todavía a su prometido y a sí misma, para que sea él quien la deje a ella, y así ella puede quedarse con la casa y todo sin gastar un centavo. 

Naomi es despiadada. La chica es simpática, lista y con una actitud fuerte, eso es cierto. Pero a parte de sus grandes cualidades, esta protagonista puede llegar a ser muy cruel. Es egoísta, es rápida en resaltar los defectos de su pareja pero no se detiene un segundo a escucharlo, no se detiene un momento a pensar que tal vez ella también esté actuando horrible. A sus ojos, el único culpable de su infelicidad es Nicolás y ella no tiene ninguna responsabilidad en el asunto. Es engreída, pues pensar que una relación es algo de una sola persona y querer que el otro sea perfecto sin entender que nadie lo es, ni siquiera tú mismo, te puede convertir en alguien indeseable. 

Naomi también es vengativa, infantil, inmadura… Cuando Nicolás le dice algo serio, es más fácil para ella reírsele en la cara. Si él está sufriendo, abre su corazón y es honesto, ella prefiere retorcerle un cuchillo dentro antes que admitir que también podría tener un problema. Eso, claro, también la hace orgullosa. 

Se victimiza en vez de actuar como una adulta y hablar las cosas. Definitivamente hay problemas entre ellos, hay un montón de cosas que ella detesta de él, pero Naomi prefiere callarse las cosas, decirle que las descubra por sí mismo, salir corriendo. Esa falta de apoyo, de comunicación… ha sido absurdamente enorme. 

A ambos les importa demasiado mantener las apariencias. Prefieren preocuparse por las fotos de ellos en Instagram y de que nadie descubra que se detestan antes que sentarse y resolver sus problemas. Pero, honestamente, era evidente desde el prólogo que la relación tendría muchísimas fallas, pues lo primero que leemos es algo como esto: 

‘’Aún no nos conocemos demasiado bien el uno al otro, y si quiero ganarme la tercera cita tengo que demostrarle que no requiero de grandes atenciones. Soy Naomi la despreocupada, divertida para pasar el rato y muy divertida para enrollarse con ella.’’

Oh, por favor, si desde el principio falta honestidad, ¿qué esperaban? 

La relación de ambos fue tan perfecta al principio mientras fingían ser sus mejores versiones y escondían sus defectos, que cuando el tiempo fue pasando, las pequeñas cosas desconocidas hicieron una grieta en su relación. Sin embargo, en vez de dialogar, era más fácil ignorarlo todo. 

El principio del infierno. 

Nicolás, por otro lado, también es un completo desastre. Admito que al principio me cayó fatal, después de todo la historia es contada desde un punto de vista muy parcializado: el de Naomi. Por eso, sabemos de primera mano cuantas metidas de pata ha dado Nicolás. 

Este chico da la primera impresión de ser un niño de mami, pues el tiempo, el amor, las flores y los detalles que no tiene con su prometida, los tiene únicamente con su madre. Se escapa de sus problemas en vez de enfrentarlos, se traga sus decepciones en vez de compartirlas igual que Naomi.

¡¡¡Son tan frustrantes los dos!!! 

Sin embargo, ahora que los he destruido un poco -muchísimo-, siento que debo recompensarlo. No puedo justificar sus estupideces, pero en parte entiendo que Naomi se ha vuelto tan destructiva y despiadada porque es infeliz y está herida. No quiere odiarlo, pero no sabe como amarlo. A pesar de todo, ella es fuerte, es protectora y leal. Con el tiempo es capaz de aprender que él, como ella, tampoco es perfecto, que tiene mucho que mejorar y que ha fallado en más de una ocasión.

Nicolás, por su parte, es tierno, vivaz y muy inteligente. Él está confundido. No es odio lo que siente, es dolor. Está enamorado y no sabe como remediar sus errores, los errores de ambos, lo único que sabe es que quiere arreglarlo.

‘’—Has dejado de verme, Naomi. Has dejado de desearme. Un día de éstos vas a descubrir que sé identificar el momento en que comienzas a disociarte, que es la experiencia más devastadora que he vivido. Y no se detiene. Sucede constantemente. Cada vez que estás a punto de dejarte ir, que te metes en esa mente a la que no se me permite el paso, intento traerte de vuelta conmigo.’’


Mientras ambos deciden proclamarse la guerra para terminar con su relación, empiezan a hacer cosas que nunca antes habían hecho: ser honestos. 

‘’Nada. Es la respuesta de una mártir autoproclamada. Garantiza que el asunto seguirá sin resolverse, y que sufriré yo sola por mi cuenta. ¿Qué gano diciendo «nada»?’’

Las relaciones no subsisten solo con el amor. Hay mucho, mucho más que eso cuando hablamos de compartir tu vida y tu corazón con alguien más. Estos chicos no entendían que, por mucho que se amaran, de nada servía si no podían compartir sus pensamientos, si no se comunicaban. 

De eso se trata ser un equipo, no de tragarte tus heridas para que todo sea más fácil. Este libro lo deja claro: la facilidad puede ser sinónimo de infelicidad. Después de todo, nada que valga la pena es sencillo.

‘’Intenté mantenerlo a una distancia de seguridad, desde donde sólo podría ver las partes más decentes de mi ser, y eso nos hizo infelices a los dos.’’

Tal y como muchas personas han comentado sobre el libro, tal vez hubiese sido más fácil que ambos terminaran inmediatamente la relación. ¿Cómo podían reparar tanto daño? ¿Realmente esa relación tiene futuro? Me ha parecido muy triste leer eso, pues es cierto: tu felicidad está primero. En donde no seas feliz, en donde no haya solución, sal corriendo. No obstante, ¿por qué debería este ser el caso? Ellos nunca intentaron resolver sus problemas, nunca habían hablado de sus sentimientos. No hubiese sido justo para ellos correr sin luchar, eso no es amor. 

El crecimiento de los personajes es algo admirable de leer. Nunca terminan de aprender, eso es evidente. Incluso al final es más fácil para ellos correr y negarse a escuchar, pero con pasos de bebé maduran y, con ello, mejoran. 

Por ello les digo que, si bien este libro contiene mucho humor y sé que se lo pasarían bien de vez en cuando con las locuras de Naomi, la historia no es pura diversión y romance despreocupado, es la historia de una pareja muy disfuncional que hace las cosas mal, que tocan fondo y no saben como salir de allí. Es muchas cosas, y no voy a decir que no me ha gustado aunque me haya hecho sentir triste y frustrada, porque me ha encantado la lucha, el desenlace, el mensaje. 

''—Pero aún no me has dicho que me amas. 
—Eso no es verdad. 
—No lo has hecho. 
—Lo digo constantemente, lo que pasa es que lo digo en voz muy muy baja. Te lo digo cuando estás en otra habitación, o nada más colgar el teléfono. Te lo digo cuando llevas puestos los auriculares. Te lo digo cuando cierras la puerta a tu espalda. Lo digo dentro de mi cabeza cada vez que me miras.''

Sufrí y me enojé, me sentí triste porque siempre estaré en primera fila defendiendo el amor, así que me sentí incómoda y algo apenada. Pero me gustó este libro. Creo que nos hace pensar bastante algunas cosas que podemos fácilmente dar por sentado cuando estamos en una relación. Nos hace pensar que tenemos que vernos en un espejo, hablar, trabajar en equipo… 

Y ese final ha sido muy hermoso. 
Spoiler
No sé para qué pongo spoiler porque creo que es algo obvio que el libro termina bien, pero es que quería compartir uno de los últimos fragmentos de la historia ya que me ha encantado, y sentía que de hacerlo les arruinaría un poquito el final para aquellos que lo quieran leer. Sin embargo, tengo que compartirla y decir que ha sido un mensaje perfecto para finalizar la historia. 

‘’Ya nos conocemos en la adversidad. Hemos luchado para atravesarla y para salir al otro lado siendo inquebrantables. Habrá, es inevitable, discusiones, concesiones y tratados de paz redactados con la sangre, el sudor y las lágrimas que hayamos derramado. Tendremos que escogernos el uno al otro una y otra vez, tendremos que ser nuestros respectivos paladines, no permitir que olvidemos lo bueno cuando nos encontremos atrapados en una zona negativa. Habrá que trabajárselo. Pero déjame que te diga algo acerca de Nicholas Benjamin Rosefield: vale la pena.’’

Y tú también, Naomi. 

You Might Also Like

0 comentarios