Reseña de: The Rose and The Dagger (Libro #2 Saga The Wrath & The Dawn)- Renée Ahdieh

Géneros: fantasía, romance, retellings
Páginas: 490

Existe bajo el agua.
Muévete despacio.
En una tierra desértica, cada nuevo amanecer cubre los secretos que se ocultan entre las dunas. Día tras día, una joven protege los suyos a costa de la lealtad de quienes confiaban en ella.
Cuenta historias.
Miente.
No muy lejos de allí, un rey reconstruye lo irreparable y un chico recurre a la magia para desentrañar el enigma de un viejo castigo.
Pero hay verdades que es arriesgado desvelar.
Algunas están más seguras tras un candado y una llave...

Este se ha convertido en uno de mis libros favoritos de toda la vida. 


Honestamente, desde que leí la sinopsis del primer libro supe que me encantaría, es mi tipo de historias favoritas: supuestos villanos, ira y resentimiento, magia, fantasía, amor… 

Y sí, cuando terminé The Wrath and The Dawn el libro dejó una marca muy bonita en mi corazón. Pero fue con este, fue con The Rose & The Dagger, que la saga se convirtió en la primera de mi lista de obsesiones por siempre. La impresión que dejó en mí fue tan grande que inmediatamente lo terminé de leer, a eso de las tres de la madrugada, fui a Goodreads a crear una lista que se llamara ‘’the best books i’ve ever read’’ (los mejores libros que he leído), solo para agregar este libro. 

Es perfecto.

Shazi se ha ido del lado de Khalid, pero su esposo no es el único al que ha tenido que dejar atrás. Junto con él, a su hogar, a su nueva familia, y a la ciudad que la vio crecer. Al principio eso podría parecer una bendición, abandonar al monstruo que asesinaba a sus esposas cada amanecer solo para volver a casarse y repetir el ritual. Pero las cosas ya no son blancas y negras, Shazi sabe la verdad y eso ha liberado su resentimiento. 

Se ha enamorado de un asesino, y el asesino se ha enamorado de ella. 


Les comenté en el pequeño spoiler que hice en la reseña del primer libro que nunca me pareció que Khalid fuese realmente el culpable en esta historia. Su responsabilidad no se está cuestionando, pues él decidió completar la maldición que un sádico resentido le lanzó. No obstante, el peso de gobernar todo un reino parecía no dejarle ninguna otra alternativa cuando, al negarse a matar a una nueva esposa cada amanecer, empezaron a morir sus ciudadanos. Era una decisión difícil e independientemente de la decisión iba a cometer un crimen, por lo cual mi corazón ha dolido inmensamente por este chico. 

Khalid, a pesar de ser solo un adolescente, empezó a cerrarse cada vez más en el odio por sí mismo, el dolor y la impotencia. Su madre fue asesinada por su padre en frente de sus hijos, nunca fue querido por su padre, siempre despreciado y llamado bastardo, para que entonces su esposa se suicide y su suegro le lance una maldición que lo obligue a ser un monstruo. Me sorprende bastante que, a pesar de todo esto, su personaje sea capaz de demostrar tanta humanidad, tantos sentimientos. 

Aunque claro, esa carga ha hecho mella en sí. Tanto en el primero como en este último libro, Khalid es un chico con una inteligencia silenciosa. Si bien terco y brusco, cálido y sabio. Su personaje es hermosamente admirable, transmite una tristeza que llega a dolerte, y solo puedes desear con todas tus fuerzas que la autora le conceda por fin el final feliz que tanto se merece.

Lamentablemente para Shazi, cuando empieza a comprender todo esto sobre su esposo, la ciudad se convierte en una parrillada. Los rayos destruyen gran parte del reino, y por temor de que la maldición alcance a Shazi, terminan alejándola de todo lo que ama. 

Por ende, en The Rose & The Dagger Shazi está siendo ‘’protegida’’ en un campamento lleno de rebeldes que pretenden acabar con el amor de su vida. Entre ellos, su mejor amigo y antiguo amor, Tariq. 

La verdad es que no puedo odiarlo. Lo intenté, verdaderamente lo hice por bastantes motivos, pero al final Tariq es un chico con un corazón muy puro. Es humilde, divertido, leal y jovial. Sin embargo, su inmadurez e impulsividad lograron en varias ocasiones sacarme canas y más de una lágrima. 

Shazi no piensa quedarse en ese lugar hasta que algo terrible suceda con Khalid, ella tiene que hacer algo. Aunque no pueda acudir a donde su esposo, lo protegerá. Aunque no sepa en quien confiar, intentará destruir la maldición.

Si hiciera una lista de las protagonistas con la mejor actitud y personalidad, Shazi sería una de las primeras en ellas. No repetiré como es ella, porque en la primera reseña lo dejé claro, pero sí les comento que en este libro la vemos aún más fuerte, más sarcástica y más determinada a hacer lo que tenga que hacer para triunfar, para proteger a todos los que ama. 

Adoro que sea tan malhablada y temeraria, que no le aguante nada a Khalid y lo ponga en su lugar cuando tiene que hacerlo. Esta chica puede enfrentarse con un demonio y quien saldría corriendo sería el demonio. 

Me ha encantado que en este libro hayamos conocido mejor a su hermana Irsa. Son tan distintas, ella es tan tímida y siempre trata de ser agradable y educada con todos. Todo lo contrario a su hermana, pero aún así con una personalidad encantadora y fuerte. 

Su historia me ha roto en mil pedazos. 

No puedo decirles que la totalidad del libro tenga un único objetivo porque pasan tantas cosas importantes. Este libro tiene mucha más acción, muchos más cabos que atar que en el primero. Sorpresas, traiciones, más magia, más dolor… Ya no es tanto el romance entre nuestros protagonistas, pues en la primera parte del libro ambos se ven obligados a estar alejados, a luchas sus propias guerras. 

Shazi tiene un papel muy importante en toda la historia. Aparecen nuevos e increíbles personajes, como el tío Artan, que me encanta. Ya no se trata solamente de buscar una manera de romper la maldición, sino que es evidente que hay una guerra avecinándose y que vidas se perderán. El final ha sido adictivo y ha detenido mi corazón en más de una ocasión. 

Cada capítulo ha sido mejor que el anterior, el final ha sido simplemente perfecto, así como el resto de la historia, y he reído y llorado tanto. Me pasé unos diez minutos llorando en un momento dado, la autora es una completa experta jugando con las emociones de sus lectores. 

Quisiera poder expresarles vívidamente lo mucho que me encantó la historia, pero es que no encuentro las palabras. 

Es una historia que leería mil veces más, y sería feliz.  

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