Reseña de: Broken Prince- Erin Watt (The Royals #2)

Géneros: new adult, romance

Páginas: 370

Secretos. Traición. Enemigos. El mundo de los Royal se viene abajo.

Reed Royal lo tiene todo: es guapo, está forrado y es popular. Las chicas hacen cola para salir con él, y los chicos sueñan con ser él. Pero a Reed solo le importa su familia… hasta que Ella Harper llega a su vida.

El odio que siente hacia la joven se convertirá en un sentimiento completamente distinto… Reed quiere a Ella. La necesita. Sin embargo, un estúpido error hará que todo su mundo se desmorone.

Ella no quiere estar con Reed. Dice que se destruirán el uno al otro.

Y tal vez tenga razón…

Si Reed quiere recuperar a su princesa, tendrá que demostrar que es digno de ella.

Henos aquí una vez más envueltos en el adictivo y descolocado mundo de los Royals. Y vaya, si el primer libro era dramático, este lo es más.

Amo el drama.

Ella se largó porque encontró a su casi novio con la novia de Callum. Padre e hijo compartiendo novia, un poquito perturbador, ¿no creen? Pues Ella sí lo cree, así que esta fue la gota que derramó el vaso haciendo que nuestra protagonista mandara todos los lujos a la mrda y se alejara de toda esa gente autodestructiva antes de que la destruyeran a ella.

‘’Callum Royal me dio lo que mi madre no pudo: dinero, una educación, una mansión pija en la que vivir, una familia y una…
«Una ilusión», murmura una voz mordaz en mi cabeza.’’

Pero es difícil escapar de una familia con tantos contactos que está empeñada en no dejarla sola. Además, ¿irte casi sin dinero a hacer qué? Un poquito extremo, si me preguntas, abandonar todo por alguien que no merece nada. Abandonar a Val y a Easton, sus más íntimos amigos, y a Callum, quien verdaderamente se preocupa por ella.

Pero Ella no lo pensó realmente, fue impulsiva y no necesitaba explicaciones. Supongo que cuando tienes una maestría en huir, es difícil detenerte a analizar si tienes más opciones.

Broken Prince se enfoca principalmente en la relación rota de Ella y Reed. Este último, a su vez, tiene mucho más protagonismo en este libro que en el primero, en el cual ya tenía bastante peso. Él es el príncipe roto al que hace referencia el título, y aquí nos adentramos muchísimo más en su cabeza para entender las decisiones que ha tomado y lo que lo ha llevado a ser quien es ahora.

‘’Me he pasado el último par de años intentando destruir todo lo que me rodea. Quién me iba a decir a mí que el éxito era tan agridulce…’’

He aquí algunas de las cosas que aprendemos de Reed, sin incurrir en spoilers: su idiotez tiene explicación, aunque no una justificación, pero tendrán que descubrirlo mejor ustedes mismos. Reed se odia a sí mismo de una forma muy triste y dañina, me sorprende que no esté más trastornado o depresivo de lo que ya está. La ira es su único refugio, así como la de sus hermanos son los secretos, los juegos sexuales, las apuestas y la bebida.

Lo de Reed siempre ha sido la ira, las peleas.

Su solución es sangre, y eso, claramente, es un problema. La violencia solo trae más violencia, pero nadie le ha dicho a Reed que probablemente necesita ayuda al respecto. En su mundo, su ira es un mecanismo de defensa, es normal y, prácticamente, su medio de sobrevivencia.

Pero esa misma ira lo convierte en un chico muy posesivo y algo autoritario. Como siempre, esa actitud ‘’cavernícola’’ como la llama Ella me ha molestado un poquito, aunque a ella parece excitarla, supongo que no a todos nos pone lo mismo.

Reed es muy cerrado, muy reservado. No habla las cosas, las resuelve a puñetazos o simplemente las ignora. Excepto con Ella, pues con ella no le importa arrastrarse, y eso es lo que vemos en este libro: el arrastre de Reed para que Ella lo escuche, para solucionar las cosas y revelar unos cuantos de los muchos secretos.

‘’—[…] Luego llegué aquí y te conocí. Me vi reflejada a mí misma bajo ese aspecto exterior duro que intentas mostrar. Me dije a mí misma: «Este chico perdió a su madre. Está enfadado y dolido, lo veo. A lo mejor él también me ve a mí».
[…] Joder, lo está pasando fatal, y yo soy el culpable.
—Sí que te vi… te veo —susurro.
No me escucha.
—Y pensé, voy a perseguirlo. Al final lo agotaré, lo convenceré de que lo nuestro puede ser un bonito cuento de hadas. Pero no lo es. No somos nada. Somos humo, insustancial e insignificante. —Chasca los dedos sin emitir ningún ruido—. Lo nuestro ni siquiera es una tragedia. Somos menos que nada.’’

Ella sigue siendo igual de asombrosa en este libro en cuanto a su sarcasmo y actitud de chica dura. Me encanta que no le importe una mrda las estupideces que los demás digan de ella, que lo afronte de forma tan irónica y divertida. En este libro aún es así, y creo que eso siempre será de mis cosas favoritas de esta serie.

‘’—Es así como lo hacéis, ¿verdad? ¿Alternas a Reed y a Easton? Los lunes, miércoles y viernes estás con Reed. Los martes, jueves y sábados te tiras a East. —Jordan ladea la cabeza—. ¿Y qué hay de los domingos? ¿Lo tienes reservado para uno o para los dos gemelos?
Cierro la taquilla de un portazo y me giro con una sonrisa.
—No, los domingos me tiro a tu novio. Menos cuando está ocupado, entonces me tiro a tu padre.’’

Jordan es tan infantil.

El Aston Park se ha vuelto un desastre desde que Ella se fue. Los Royals están peleados con Reed, y eso se vuelve evidente en la escuela así que el reinado de los Royals parece haber llegado a su fin.

Si la escuela era una jungla llena de animales salvajes cuando Ella estaba, ahora está peor.

Pero a nadie parece importarle, porque la prioridad de Reed, el ‘’rey del Astor’’, es recuperar a Ella. El problema es que ella no lo quiere… o algo así.

No puedo culparla por las dudas y el odio, pero sí ha sido frustrante el va y viene entre ambos. Amo el drama, créanme, pero después de Broken Prince me dije a mí misma que necesitaba un respiro de esta saga. Definitivamente la pienso terminar, es una historia difícil de soltar, pero Jesús, no ahora.

¿Qué clase de final ha sido este? Creo que me he quedado sin palabras.