Reseña de: If There’s no Tomorrow (Si no hay un mañana)- Jennifer L. Armentrout

Géneros: young adult, romance, ficción 
Páginas: 384

Lena Wise siempre está mirando hacia el mañana, especialmente al comienzo de su último año de instituto. Está lista para pasar tanto tiempo con amigos como sea posible, para terminar las solicitudes universitarias y, tal vez, para hacerle saber a Sebastian, su mejor amigo desde la infancia, lo que realmente siente por él. Para Lena, el próximo año va a ser épico, un año lleno de oportunidades.
Hasta que una elección, un momento, destruye todo.
Ahora Lena no está pendiente del mañana. No cuando el tiempo con sus amigos nunca será el mismo. No cuando las solicitudes universitarias se sienten casi imposibles. No cuando Sebastian nunca podría perdonarla por lo que pasó.
Por lo que dejó que pasara.
Con la culpa creciendo cada día, Lena sabe que su única esperanza es seguir adelante. Pero ¿cómo puede seguir adelante cuando se ha redefinido su existencia y la de sus amigos? ¿Cómo puede seguir adelante cuando el mañana ni siquiera está garantizado? 

Sí, reseñaré absolutamente todos los libros de Jennifer. A estas alturas no es ningún secreto que me encantan sus historias. Aunque los libros que realmente me gustan de Jennifer son los de fantasía, creo que necesitaba un descanso (ese usual descanso luego de leer una saga o trilogía intensa). 

Esta vez decidí tomar este dulce libro contemporáneo como mi descanso de la fantasía porque… bueno, es Jennifer, ¿no?

Y vaya si me ha parecido un libro especial, motivador, entretenido y bonito; pero, sobre todo, tan realista. 

—No siempre conseguimos un mañana. A veces por culpa de la muerte. A veces por las decisiones que nosotros mismos tomamos. —Alzó la mano y se frotó la cara, un hábito que me di cuenta en ese preciso momento que había heredado de él—. Odio ese dicho porque así es cómo he manejado mi relación contigo. Siempre dejaba para «mañana» arreglar lo que estaba roto entre nosotros. Pero cuando llegaba ese «mañana», nunca lo hacía.

Lena está enamorada de su mejor amigo. Hemos escuchado la temática antes, es algo común, la amistad desde temprana edad puede evolucionar hacia un romance y en este caso eso es lo que le ha pasado a Lena. Está enamorada de Sebastian, su vecino y mejor amigo desde que se mudó al vecindario siendo una pequeña niña. 

Ahora, en la adolescencia, las cosas han cambiado. Lena no lo mira solo como un amigo, pero eso es algo que jamás admitiría. Solo a sus tres mejores amigas, pero no a él ni a nadie más. Es la única forma de proteger su corazón y la amistad que tienen. 

Después de todo, Sebastian ha dejado claro que no la quiere de esa manera.

—Siempre seremos amigos. —Sus ojos buscaron brevemente mi rostro—. Pase lo que pase. 
Mierda, ¿acababa de relegarme a la friend-zone? 
Sí. Así sonaba.

La amistad entre ambos es hermosa, no esperaba menos pues si algo sabemos de Jennifer es que esta autora es una romántica. Siempre se han apoyado, su confianza no es improvisada ni repentina, es una amistad que se ha forjado por años, sólida y preciosa. 

Sebastian se inclinó y se tumbó de lado, estirando las piernas por encima de las sábanas. 
—¿Qué has hecho con tu noche? ¿Leer? 
—Sí. 
—Menuda nerd. 
—Menudo idiota.

Pero al fin y al cabo es eso, amistad. Además, las cosas se complican bastante muy rápido así que al final el romance se coloca en un segundo plano. 

Porque desde la sinopsis, desde el título y, de hecho, desde la primera página de la historia nos damos cuenta de que algo horrible ha pasado cambiando totalmente el concepto romántico, sencillo y algo cliché de la trama. 

Un horrible suceso que me reservaré para no hacer spoiler (aunque es algo obvio después de la primera página) cambia totalmente la vida de Lena, y mientras en un día normal sus preocupaciones principales eran el voleibol, Sebastian, la universidad, su resentimiento hacia su padre y sus amigas; de un momento a otro ya ni siquiera sabe lo que siente realmente. 

No quiero sentir nada de esto. Y sé que no se irá. Sé que cuando me acueste esta noche y cuando me levante mañana, será lo mismo, pero no quiero nada de esto.

Este libro vuelve evidente el hecho de que nuestras acciones tienen consecuencias y de que debemos asumir la responsabilidad por ellas. Realmente me ha gustado ese aspecto tan realista que ha tocado el libro, porque lo que ha sucedido allí es algo tan crudo y desgarrador que pasa diariamente en todas partes del mundo. 

Recuerdo que estaba en la universidad tomando clases cuando uno de mis profesores comentó una noticia muy similar al hecho principal de este libro. Me rompió el corazón, porque es una lección que pasa con demasiada frecuencia y aun así continua ignorándose, continúa sucediendo.

La presión social es detestable. Es necesario tener mucha fuerza de voluntad y personalidad propia para negarte cuando un grupo de amigos, o simplemente de personas, te juzgan para que hagas algo. Es importante entender que no estás obligado a nada por nadie, que si conoces las consecuencias de ciertas decisiones y estas pueden terminar mal, entonces ninguna persona tiene derecho a juzgarte por elegir diferente. 

Al final, es mucho más importante hacer lo correcto que agradarle a todo el mundo.
Este libro lo deja claro.

—La culpa no va sobre hacer que alguien se sienta mal por sus acciones, y no va de herir los sentimientos de alguien. Las acciones y las inacciones tienen consecuencias. Si no aceptáramos la responsabilidad o la culpa por ellas, correríamos el riesgo de repetir esas acciones.

Lena es una chica que se encierra mucho en sus pensamientos. Es difícil para ella compartir lo que le pasa, lo que piensa, y si bien hablar es algo que puede ayudarla su refugio siempre ha sido el silencio. Esto, más que un refugio, es un agujero muy peligroso en el que encerrarse. 

Para Lena, tener que presenciar momentos y situaciones difíciles es todo un reto. Ni siquiera para un adulto es fácil sobrellevar situaciones traumáticas y de dolor, de manera que Lena ha hecho lo mejor que ha podido considerando lo joven que es. Sin embargo, la culpa e inseguridad que siente la han convertido en un personaje lleno de autodesprecio y odio a sí misma. Siente que no merece nada bueno, que intentar ser feliz la convierte en alguien egoísta y malvada. 

Para Lena siempre ha sido más fácil simplemente esconderse que enfrentar sus sentimientos. 

Me presionó ligeramente el hombro con el suyo—. Te echo de menos. 
Abrí los ojos y me permití apoyarme en él. 
—Sin embargo estoy aquí. 
—¿De verdad lo estás?

Lo hermoso de la historia es cómo Lena enfrenta esos sentimientos negativos, ese dolor, la culpa y la oscuridad en sí misma. Seguir adelante, perdonar, amar. 

Me encanta la esperanza, creo que es algo positivo y hermoso que muchas veces no tenemos. 

Ahora bien, sí llegó un momento en el que la historia se volvió algo redundante. Lena odiándose a sí misma, negándose a vivir y ser feliz... Sus pensamientos eran círculos que llegados a un punto podían cansarte. Me recordó a mí misma con mis trabajos académicos cuando tengo que completar una cantidad de palabras y ya no sé qué más decir. 

Pero lo he entendido, no ha de ser algo sencillo. De hecho, cuando nos pasan cosas horribles y traumáticas que bajan nuestro estado de ánimo a cero es casi imposible pensar en otra cosa, por mucho que queramos. 

El hecho de que Sebastian sea un pilar constante en la vida de Lena, literalmente tanto en las buenas como en las malas, ha sido hermoso. Solo por eso este chico se ganó mi corazón. Sebastian es tierno, considerado, atento, amable y directo. Me encanta como la misma Lena dice que es alguien que no escapa de los problemas, sino que, a diferencia de ella, los enfrenta. 

Aunque, claro está, eso no significa que no cometiera unas cuentas estupideces, al igual que Lena. De todos modos, su relación me ha encantado, el desarrollo de la misma es hermoso y el apoyo emocional que se brindan es… 

Es digno de ser leído. 

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