Reseña de: White Hot Kiss- Jennifer L. Armentrout (The Dark Elements #1)

Géneros: fantasía, paranormal, romance, young adult 
Páginas: 400 

Layla, de diecisiete años, solo quiere ser normal. Pero con un beso que mata a cualquiera que tenga alma, ella es cualquier cosa menos normal. Mitad demonio, mitad gárgola, Layla tiene habilidades que nadie más posee. Criada entre los Guardianes –una raza de gárgolas que tiene la misión de cazar demonios y mantener a la humanidad a salvo–, Layla intenta encontrar su lugar, pero eso significa esconder su lado oscuro de aquellos que más ama. Especialmente del atractivo Zayne, un Guardián de quien ha estado enamorada desde siempre. Cuando menos se lo espera, Layla conoce a Roth, un demonio sexy y tatuado que dice saber todos sus secretos. Layla es consciente de que debería permanecer lejos de ese chico, pero hay algo que se lo impide… especialmente cuando se percata de que con él sus besos no son mortales, ya que Roth no tiene alma. Pero en el momento en que Layla descubre que ella es la razón del violento levantamiento demoniaco, confiar en Roth no solo puede arruinar su oportunidad con Zayne… Podría convertirla en una traidora para su familia. Peor aún, podría llevarla a un viaje sin retorno al fin del mundo.

Hasta que por fin empiezo esta trilogía. En los primero años de mi blog, más o menos en el 2015, recuerdo haber estado muy emocionada por estos libros. 

Hasta que supe que había un triángulo amoroso. 

Creo que esa es la principal razón por la cual he durado tanto tiempo postergando esta lectura. Porque lo sabía, sabía que me encantaría como me han encantado todos los mundos fantásticos de Jennifer L. A. Pero también sabía que iba a ser increíblemente frustrante y doloroso para mi corazón aguantar un triángulo amoroso. La única razón por la que estoy leyendo esto y sufriendo por dos chicos increíbles es porque estamos hablando de Jennifer L. A. aquí. 

Pero Dios, ha sido difícil. 

Layla está muy familiarizada con el mundo de los Guardianes: vive con ellos. A pesar de que los humanos conocen la existencia de estos seres impresionantes que pueden cambiar su apariencia mortal hasta convertirse en lo que comúnmente se ha denominado como ‘’gárgolas’’, ningún ser humano sabe realmente cuál es el objetivo de los guardianes. Ellos piensan que simplemente ayudan a combatir el crimen como buenos… eh… ¿ciudadanos? 


Sin embargo, Layla lo sabe mejor. Los guardianes realmente luchan contra los demonios, seres oscuros que tientan y destruyen poco a poco a la humanidad. Debido al aumento de los demonios, los llamados ‘’Alfas’’, que son algo así como los ángeles al mando, crearon a los guardianes. Ningún humano puede enterarse jamás, pues esto influenciaría en su libre albedrío, ya que deben tomar sus decisiones, buenas o malas, sin saber que ciertamente existen cosas como los ángeles y los demonios. 

Pero Layla no es exactamente una humana. 

‘’Una luz sagaz se reflejó en sus ojos. 
–El Infierno te está buscando, Layla. Y te han encontrado.’’ 

Layla es de todo un poco: mitad guardiana y mitad demonio. Fue acogida por los guardianes cuando era pequeña al tener sangre guardiana dentro de sí, pero ninguno de ellos la trata realmente como una igual. Después de todo, ella también es mitad demonio. 

Y la sangre demoniaca en Layla le ha dado un don muy interesante: ella puede arrebatarle el alma a quienquiera que tenga una con un simple beso. 

Un beso mortal, literalmente. 


La vida de Layla entre los guardianes a mi me ha parecido completamente infernal. ¡Ja! ¿entendieron el chiste? Bueno, lo que sea. 

Es decir, me enojaba tanto con todo el mundo. La trataban como si tuviese lepra. Puedo entenderlo, la chica es prácticamente un arma, ¿pero es en serio? Ni que anduviera besándose con todos. 

‘’No importaba cuánta sangre de Guardiana tuviera: aquel no era mi mundo. Era una especie de invitada que no se marchaba nunca.’’ 

Era simplemente frustrante. Me indignaba tanto la actitud que todos los guardianes tomaban con Layla, pues ninguno de ellos, ni siquiera Zayne, su mejor amigo y pilar fundamental en su vida desde que era un niña; aceptaban a Layla por quién era. Quieren ignorar el hecho de que es mitad demonio, pero tampoco la reconocen completamente como una guardiana. 

La menosprecian, ignoran, controlan, juzgan y minimizan a un nivel que el único amor que ella ha podido conseguir es el que le ofrece Zayne. Un amor que, aunque mejor que el de los demás guardianes, sigue siendo parcial. 

De verdad, en este libro constantemente la denominan como una cría que no conoce de nada, alguien que no puede ser un demonio porque eso sería horrible, pero que jamás será guardiana porque no está a la altura, alguien a quien ‘’no le han prestado suficiente atención y a lo mejor por eso es tan ingenua’’ (me enojé tanto cuando Zayne dijo eso). 

Layla siempre está avergonzada, siempre se está disculpando en la presencia de quien dice es ‘’su familia’’ por ser ella misma. De hecho, ella no puede ser ella misma, porque eso sería un insulto hacia los guardianes. 

‘’–Me gusta cuando la gente trata de clasificar las cosas en buenas y malas, como si todo estuviera tan definido. 
–Es que está definido. Los de tu especie son malos. Los Guardianes son buenos. –Mi respuesta sonaba plana–. Son los buenos.’’ 

Pero entonces llega Roth a la historia, un demonio muy particular que, sin conocer siquiera a Layla como ‘lo hace’ su ‘hermosísima’ familia, es el único que empieza a decirle la verdad con respecto a su vida y su doble herencia. 

Y resulta que la verdad involucra una inminente amenaza al mundo de los humanos que incluso el infierno está dispuesto a detener. 

Este libro ha sido hermoso. No me pareció mucho un triángulo amoroso porque está completamente enfocado en introducirnos a la historia y en la relación que desarrollan Layla y Roth, que debo decir, fue increíble, divertida y súper dulce. 

Este primer libro fue hecho para amar a Roth, porque las pocas escenas de Zayne generalmente no han sido escritas muy a su favor, a mi parecer. Claro, esto cambia en el segundo libro, pero aún no llegamos a eso. 

Zayne en este libro tiene más bien un papel de hermano mayor algo insoportable. Va donde su padre, que también cuida a Layla, para informarle de sus asuntos como haríamos nosotros al pelear con un hermano. Si bien es muy dulce preocupándose por Layla, esa preocupación parece algo fraternal. No me enamoró, de hecho me hizo enojar, así que aún no puedo decir que me encanta este chico, tendré que seguir con los próximos libros. 

Layla es una chica asombrosa. A veces es frustrante con su actitud tan tosca hacia Danika solo porque tiene un crush con Zayne, y sí, supongo que su confuso corazón me vuelve algo loca también. Pero me ha gustado mucho como protagonista. A pesar de que los guardianes le han lavado el cerebro a un nivel en el que respirar ya la hace sentir vergüenza si está frente a los oh-tan-poderosos-y-perfectos-guardianes, Layla tiene potencial de ser una chica muy fuerte. 

Es insegura, está confundida y perdida, no sabe a donde pertenece realmente y le ha faltado tanto amor en su vida, tanta honestidad, que es fácil comprender su fe ciega hacia los guardianes, su a veces falta de empoderamiento para dejar de disculparse y empezar a repartir algunos insultos bien merecidos. 

Pienso que Layla se está sosteniendo a lo único que conoce: la bondad indiscutible de los guardianes y la familia que la ha aceptado, aunque a veces ningunos sean ni buenos, ni justos. 

Cuando ella conoce a Roth empieza a replantearse algunas cosas, y pienso que allí es cuando verdaderamente Layla inicia el camino para descubrirse a sí misma, lo que es, lo que merece, lo que quiere y lo que es justo, más allá del típico ‘’guardianes buenos, demonios malos’’. 

Y vaya si me ha encantado este chico-demonio. 

Creo que tengo algo por este tipo de historias y este tipo de protagonistas. Dante Walker, Kaidan Rowe y ahora Roth, todos ellos tienen un vínculo especial con el infierno y aún así, me encantan. 

Roth es un listillo. Su personalidad es tan radiante, sarcástica, irónica, divertida, única… ¿Cómo no lo voy a amar? Es precisamente mi tipo de personajes. 

‘’Sus ojos amarillos, con las pupilas verticales como las de un gato, se dirigieron hacia Roth. Soltó un gruñido que hizo que me temblara el pecho por dentro. 
–Demonio. 
–Felicidades –replicó Roth, tenso–. Sabes de qué especie soy. ¿Quieres una galletita?’’ 

Pero no es solo eso. Este demonio es tan tierno y dulce, es una contradicción andante. Sí, es verdad, es egoísta y hace las cosas en nombre del mal, ¿no es así? Pero es más que eso. Roth es vulnerable e inseguro, está resignado a ser un demonio más del infierno, pero tiene tantas cualidades que lo convierten en alguien único y especial. 

El hecho de que Roth reivindique cada parte de Layla, tanto la demoniaca como guardiana, fue lo que terminó de convencerme para ser Team-Roth. Si tiene que empujar a esta chica a los brazos de otro para que no esté sola, lo hace. Si Layla comete un error, en vez de decirle ¡dime que no hiciste eso!, es comprensivo, la calma, le asegura que todo irá bien. Si Layla hace algo propio de una guardiana, la admira por ello, no la rechaza y la hace sentir que esa no debería ser ella. 

La acepta por quién es, le permite sentirse cómoda a su lado, calma los sentimientos negativos de su mente, la motiva a no fingir ser quién no es a su alrededor, y se permite a sí mismo ser vulnerable con ella. 

Es increíblemente dulce, me ha comprado totalmente en un solo libro, no puedo evitarlo. 

‘’[…] me sonrió; una sonrisa de verdad, mostrando esos profundos hoyuelos–. Me perdí por completo en el momento en que te encontré.’’ 

El hecho de que su relación con Layla empiece con el pie izquierdo de odio-amor, pues él es un demonio y a ella le han enseñado a temer y odiar a estos seres, solo hace que el libro me haya gustado más. 

‘’–Verte darles una paliza ha sido muy sexi… muy muy sexi. Pero si alguna vez vuelves a hacer algo parecido, voy a ponerte por encima de mi hombro y darte una torta en el… 
–Si terminas esa frase, te clavo la rodilla en cierta parte de tu anatomía.’’ 

Me ha encantado este primer libro. El peligro que no conocemos, las misiones de Roth y Layla en busca de una peligrosa verdad, el inicio del viaje interior de Layla para descubrirse a sí misma, todo me ha encantado. 

¡Y Bambi! Les juro que es de mis personajes favoritos. 

Lo súper recomiendo a los amantes de los libros de Jenn, la fantasía y, más que nada, el romance. El final me ha roto el corazón, como siempre pasa con los libros de Jennifer, y solo puedo esperar que el segundo no me termine de hacer pedazos.

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