Géneros: fantasía, romance
Páginas: 626
FEYRE ES INMORTAL.
DEBERÁ REPRIMIR SU CORAZÓN PARA SALVAR UN MUNDO PARTIDO EN DOS.
Tras rescatar a su amado Tamlin de la malvada reina Amarantha, Feyre regresa a la Corte Primavera con los poderes de una Alta Fae. Pero no consigue olvidar los crímenes que debió cometer para salvar al pueblo de Tamlin... ni el perverso pacto que cerró con Rhysand, el Alto Lord de la temible Corte Noche.
Mientras Feyre es arrastrada hacia el interior de la oscura red política y pasional de Rhysand, una guerra inminente acecha y un mal mucho más peligroso que cualquier reina amenaza con destruir todo lo que Feyre alguna vez intentó proteger. Ella deberá entonces enfrentarse a su pasado, aceptar sus nuevos dones y decidir su futuro.
Este ha sido el mejor libro de la serie. El primero fue increíble, el tercero (que tuve que leer antes de hacer esta reseña porque no pude evitarlo) fue asombroso, pero este libro ha sido insuperable. Y créanme, la historia se pone mejor, pero es que este libro lo ha tenido todo. Absolutamente todo lo que amo en un libro ha sido creado en A Court of Mist and Fury.
Si quedaba alguna duda de que debo devorar todos los libros que ha escrito Sarah, ya no queda ninguna. Esta autora me ha convencido de su talento y creatividad para crear historias fantásticas, adictivas y únicas.
‘’Era más fácil no tener que explicar. No tener que decirle a Tamlin que, aunque yo lo había liberado, aunque había salvado a su pueblo y a todo Prythian de Amarantha, eso me había destrozado.Y que yo no pensaba que la eternidad fuera suficiente para curarme.’’
Feyre está rota. Su vida cambió completamente desde que empezó a vivir en el mundo de las hadas, pero nada la hubiese preparado para el final de ACOTAR. Fue torturada, usada como un entretenimiento macabro por Amarantha, obligada a asesinar inocentes, obligada a pelear por su vida una y otra vez, sin nadie a su lado más que a ella misma.
Una mortal. Todo eso como una mortal. Y aún así… aún así lo logró.
Pero Feyre no siente que ganó en nada. Al contrario, el vacío, la culpa y la pérdida de sí misma son cada vez más evidentes.
‘’Y me di cuenta de que estaba en una caída libre, sin fondo a la vista. Hacía tiempo que estaba cayendo.’’
Es doloroso presenciar como una persona toca fondo. Peor aún, es horrible leer una y otra vez como el dolor nos puede cegar tanto, nos puede hacer tomar una y otra vez las decisiones que más nos destruyen.
Feyre es un zombi en su propia vida. Está tan confundida y cansada o asustada de luchar que ha aceptado ser una marioneta. Es más fácil, más sencillo, pero definitivamente no es lo que necesita. El pasado está ahogando su presente, Feyre nuevamente está atrapada.
Pero nadie parece darse cuenta.
Ya les había mencionado que me gustó mucho Feyre porque es una chica que evoluciona en cada página. Su fortaleza es innegable, pero en ACOTAR se hizo incluso más fuerte, más valiente y apasionada al pasar páginas.
Y entonces todo se fue a la mrda.
No es que Feyre sea una persona completamente diferente a quien una vez fue. Sigue siendo apasionada, fuerte y valiente; pero ahora que ha vivido la muerte, que ha luchado por la vida y perdido parte de su alma en el proceso… bueno, Feyre sí ha cambiado, ha evolucionado nuevamente. Necesita espacio, necesita encontrarse a sí misma y a lo que realmente quiere luego de todo lo que ha vivido.
Tamlin también ha cambiado.
En ACOTAR este fae era un personaje multifacético, pero en este libro una de sus facetas dominó mucho más a las otras: el ser autoritario. Honestamente, no pienso que Tamlin sea una mala persona-hada, pero definitivamente no ha tomado las mejores decisiones últimamente. Mete mucho la pata, y me ha dolido bastante que así sea, que su dulzura y bondad se vean constantemente aplacadas por su ira, impulsividad y carácter dominante.
Los eventos en Bajo Montaña solo han acentuado estas emociones, creando en esta historia a un Tamlin increíblemente sobreprotector y explosivo. Al parecer Feyre no es la única destrozada, porque pasando páginas estos dos personajes solo evidencian una cáscara de la felicidad que alguna vez pudo haber sido plena.
El camino que ambos deben recorrer se ve entorpecido por el pasado que los persigue. Necesitan algo, pero no están muy seguros de saber qué, ya no.
Uff, que profunda me pone este libro. Bueno ya, siguiendo con el tema...
La aparición de Rhysand en la historia solo los incomoda mucho más. Como si sus problemas no fuesen lo suficientemente grandes, ahora el Gran Señor de la Corte Oscura ha venido a reclamar parte del trato que hizo con Feyre en Bajo Montaña.
Es hora de que ella vaya a vivir con él una semana de cada mes.
‘’—Tú eres un alto lord… ¿No tienes mejores cosas que hacer?—Claro que sí. Pero ninguna tan disfrutable como ver la manera en que te retuerces.—Realmente eres un hijo de puta, ¿lo sabías?’’
Saben que no es completamente cierto que Feyre no tuvo a nadie más que a sí misma en Bajo Montaña. En general sí. Pero Lucien, su amigo, recibió latigazos por ayudarla y aún así siguió haciéndolo. Sin embargo, seamos honestos, si alguien se arriesgó en esta historia para salvar la vida de Feyre fue el cruel y bello Rhysand.
¿Recuerdan que dije que había más en este chico de lo que demostraba y que necesitaba saber más de su historia? Demonios, lo sabía. Él es tanto, tanto, tanto… que ni siquiera tengo palabras para describirlo. Y no quiero hacerlo, porque tienen que leer su historia sin pistas, descubrir lo que hay en este chico que lo hace tan intrigante.
Rhysand es una de las razones por las que dije que este libro tiene todo lo que necesito en una historia. Es un personaje magnífico. No les arruinaré la historia, pero solo les diré esto: lo van a amar.
‘’—Gracias —dije.Una risa corta.—¿Gracias? No «¿alto lord y sirviente al mismo tiempo?». O «¿no sé lo que quieres pero sea lo que sea métetelo por el culo, Rhysand?». —Hizo sonar la lengua una vez—. Qué desilusión.’’
Este libro está lleno de descubrimientos personales. En ese sentido, el crecimiento emocional de Feyre es magnífico. Amé su capacidad de dar un paso al frente y reclamar la felicidad, lo que merece. Me encantó tanto que no puedo dejar de compartirles esta frase, sin mucho contexto para no hacer spoiler:
‘’Y me di cuenta, me di cuenta en ese instante de lo mal que me habían tratado antes; ¿por qué si no, tenía yo los niveles de exigencia tan bajos? ¿Por qué sentía la libertad que me habían dado como un privilegio y no como un derecho?’’
Es admirable, es increíble y hermoso leer su historia, su capacidad de seguir adelante a pesar de las pesadillas que la atormentan, de crear amistades permanentes e incondicionales.
Esa es otra de las razones por las que este libro es perfecto: la evolución de Feyre, el valor que se da a sí misma, el hecho de que nunca es tarde para ser feliz, para apartarte de situaciones que te destruyen, para admitir que a veces lo que necesitamos es completamente distinto a lo que alguna vez queríamos.
Seguir adelante, este libro es sobre eso.
Y ya que hablamos de razones por las que este libro es perfecto, no voy a terminar esta reseña sin mencionar cuatro de ellas: Cassian, Azriel, Mor y Amren.
Yo solo quiero entrar en este libro y pedirles que me adopten.
Los personajes en esta historia son tan diferentes, tan únicos e increíbles. Tan especiales, cada uno de ellos. Los espacios en blanco se llenan y conocemos muchísimo más, a tal punto de que se vuelve evidente que lo poco que sabíamos en ACOTAR era eso: poco. Una ínfima parte de lo que existe en el mundo de las hadas.
Amarantha solo era un peón de algo mucho más grande. La guerra se acerca y Feyre, a pesar de todo el dolor que debe mantener a raya, podría ser clave para evitarla. Pero para ello deberá confiar en Rhys y su círculo íntimo. Para ello, deberá descubrir y enfrentar mucho más dolor, más sangre.
Pero Feyre no necesita ser protegida, no necesita ser una esposa inofensiva oculta en la Corte Primavera, Feyre no necesita el silencio que la agobia.
Ella necesita hacer algo, así que luchará. Y junto a ella, descubriremos muchas cosas impresionantes en el camino.