Géneros: chick lit, romance, new adult

Páginas: 400

Yeiii, ¡otro chick lit! En serio, ¿hay un libro de este género que sea malo? No respondan, sé que sí, pero ese definitivamente no es el caso con The Unhoneymooners.

Me ha gustado mucho este libro. Ha sido divertido, bonito y muy dulce. Así que sí, definitivamente lo recomendaría.

Olive es una chica muy alegre. Es cierto que en su vida no ha tenido nunca la mejor suerte que digamos, si es que siquiera existe algo así como la suerte. Pero en caso de existir, ella sería la desafortunada y su hermana gemela, Ami, la afortunada.

Es su ley de vida: acostumbrarse a la buena suerte de su hermana y al hecho de que ella siempre será la de la mala suerte.

Podríamos pensar, entonces, que esto ha llevado a Olive a ser una chica con algo de tristeza, frustración contenida e incluso envidia o resentimiento hacia su hermana. Pero no es así para nada. Olive adora a su hermana con mucha intensidad y es evidente pasando páginas que la alegría de Ami es suficiente para hacer feliz a Olive. Ella haría lo que sea por su hermana.

Incluso soportar a Ethan Thomas.

Ethan, el hermano del esposo de Ami, no es muy fan de Olive. Aunque claramente ella tampoco es la presidenta de su club de fans

Olive ha declarado que Ethan es su némesis. Es decir, su enemigo mortal, el Moriarty de Sherlock Holmes, la Cersei Lannister en Game of Thrones…

Okay, tal vez estoy exagerando un poco. El punto es que no se llevan muy bien que digamos.

Y tú pensarías… ¿por qué?, ¿es este otro caso de odio a primera vista? Pues no. Este no es un odio que ha surgido de la nada. Ciertas circunstancias que tendrán que descubrir por ustedes mismos han hecho que ambos chicos se desprecien con intensidad.

Oh sí, señoras y señores, este es un caso de enemies-to-lovers y eso me ENCANTA.

Después de una caótica boda que no sale como lo planeado, Olive y Ethan se ven empujados hacia un viaje a Hawaii juntos en el que deben fingir ser recién casados. Al principio, esta idea es horrorizante, ¿10 días con tu enemigo mortal? Imposible.

Pero, ¿quién dijo que tendrían que estar juntos todo el tiempo? Ninguno de los dos realmente esperaba tener que fingir ser una verdadera pareja. Después de todo, no es como si alguien fuese a Hawaii solo a confirmar que son esposos de verdad.

Saben cuando las personas dicen algo así como ‘’¿qué puede salir mal?’’ y de pronto todo sale mal. O algo así como, ‘’2020, ¡sorpréndeme!’’ y ¡BAM!, el coronavirus.

Pues sí, pueden imaginarse entonces lo que pasa en este viaje.

El personaje de Olive me ha gustado bastante. Me gustó el hecho de que todos los eventos desafortunados de su vida (que si me preguntas, tampoco son tantos ni para tanto) se los ha tomado con una actitud bastante calmada. Para ella, su mala suerte es una parodia y no una excusa para ser infeliz.

Aunque claro, ella realmente se cree un imán de la mala suerte, está de hecho resignada a que así es su vida y que, de hecho, todas las cosas malas que le pasan son normales y no las puede evitar. Lo cual es algo tontito, porque la mayoría de las veces sí tenemos control sobre los efectos que nuestras decisiones tendrán en nuestra vida. Por ejemplo, Olive ejemplifica su mala suerte con un evento que tuvo lugar en su infancia, cuando se atoró en una máquina y la tuvieron que sacar desmontando la máquina. ¿Es mala suerte o el resultado de una decisión voluntaria suya? Pues lo segundo, porque si no se le hubiera ocurrido la brillante idea de meterse ahí entonces no le pasa.

Así, mucha de la ‘’mala suerte’’ de Olive son en realidad efectos a los ella misma se ha expuesto al tomar ciertas decisiones tontitas. Es verdad que hay situaciones en la vida que no tienes como prevenirlas, y que si te pasan muy recurrentemente pues, demonios, podrías pensar que es que tienes una sal encima que no se te quita ni con agua bendita.

Sin embargo, Olive sí se cree todo el rollo de la mala suerte cósmica, pero no me ha parecido que lo haga de forma frustrante. Es decir, la tipa en comparación con su hermana sí se ha visto en apuros, pero ella no se hace la víctima por eso. Creo que por esa razón Olive me ha parecido muy… no lo sé, ¿refrescante?

Ella es una chica inteligente, agradable, simpática, divertida y madura. Me han gustado esas cualidades. En las peleas, no pierde demasiado los papeles y es fácil para ella hacer las paces, pensar con calma las cosas y solucionar los problemas. A la parte dramática en mí que ama ver el mundo arder le ha frustrado esa cualidad, pero a la partecita adulta en mí, muy pequeña por cierto, le ha gustado eso.

Ethan, por su parte, también me ha parecido muy dulce. Sí, es tan idiota con Olive sin ninguna razón (que sepamos) que querrán matarlo. Pero ese es el asunto, realmente no conocemos a este chico hasta que pasamos páginas.

Solo les diré que Ethan no es un chico transparente, no se abre fácil y por ende sus emociones son difíciles de leer. Sin embargo, cuando él y Olive empiezan a entrar en confianza… bueno, nos damos cuenta de que este chico más que cruel y odioso es también muy dulce.

Pero supongo que soy igual de mala, porque al final no he podido evitar quererlo de todos modos.

Lo que más me gusta de una buena historia de enemies-to-lovers es cómo se desarrolla la relación entre los protagonistas. Es simplemente muy bonito leer cómo dos personas que aclaman lo poco que se soportan tratan de entender lo que sienten.

Los momentos entre Olive y Ethan han sido eso: muy bonitos. Bueno… hasta cierto punto, porque seamos honestos, ¿qué es una historia sin problemas en ella? Aburrida, eso es.

La dirección de su relación no es lo único que tiene que preocuparles a estos chicos, porque cuando ciertos secretos salen a la luz… bueno, Olive tendrá que tomar una decisión, al igual que Ethan. Y de ellas dependerá el camino que tomarán sus sentimientos.

Chicos, una sola palabra: léanlo.