Géneros: romance, young adult
Páginas: 320
Caymen Meyers, de diecisiete años, estudia a los ricos como su proyecto personal de ciencias, y después de años de observación esta completamente segura que solo son buenos para una cosa—gastar dinero en cosas inútiles, como las muñecas de porcelana de la tienda de su madre. Así que cuando Xander Spence entra en la tienda para recoger una muñeca para su abuela, Caymen solo necesita mirarlo una vez para saber que es extremadamente rico. A pesar de ser encantador y ser una de las pocas personas que la entienden, Caymen es lo suficientemente lista para saber que su interés por ella no durara. Porque si hay algo que ha aprendido de las advertencias de su madre, es que los ricos tienen muy poca capacidad de atención.
Pero Xander sigue regresando, a pesar de los intentos de Caymen para asustarlo. Y para su horror, ella esta comenzando a disfrutar de su compañía. Ella sabe que su madre no debe saberlo—nunca lo aprobaría. Preferiría que Caymen saliera con el chico rockero que no ha sido criado con dinero. Pero justo cuando las atenciones y la lealtad de Xander están a punto de convencer a Caymen que ser rico no es un defecto, ella se da cuenta que el dinero es algo muy importante en su relación, mas de lo que ella esperaba.
Y que Xander no es del único que debería preocuparse.
Otra recomendación me ha llevado a leer este libro, y lo que me dijeron fue: es un libro sencillo, lindo, refrescante y vas a amar a Caymen. Con lo de que iba a amar a alguien me convencieron, hasta que descubrí, para mi sorpresa, que Caymen era una mujer.
No sé qué hice para que creyeran que era lesbi, hasta que leí el libro y... sí, amo a Caymen.
Mejor me explico.
Caymen Meyers, de diecisiete años de edad, es pobre. Así de sencillo. Ella y su madre trabajan en una tienda de muñecas de porcelana de su propiedad, la cual no es muy popular que se diga, pero es lo que las mantiene en pie. Caymen odia la tienda. Ella también ama a su madre. Qué dilema.
Si para Caymen ayudar a su madre debe ver los ojos tenebrosos de cientos de muñequitas observándola, entonces lo hará. Ella sabe en la mala situación económica en la que están, después de todo su propia casa parece una casita de muñecas, así que hace todo lo que puede para ayudar en la tienda, por su madre.
''-Eres una buena chica, Caymen. Me alegro que estés aquí para tu mamá.
-Oh, ya me conoces, estoy compitiendo por el Premio a la Mejor Hija del Universo. Oí que este año viene con una taza.''
Me encantó su personaje, ¡la chica tiene un humor tan genial! Es súper sarcástica e irónica, por lo tanto no te cansas de la protagonista porque siempre puede hacerte sonreír con algún comentario. Es mi cualidad favorita de ella: su manera de enfrentar el mundo con su sarcasmo.
Caymen se considera a sí misma como alguien sin mucha personalidad y algo aburrida, cuya única fuente de emoción en la vida es su mejor amiga Skye (quien me agradó bastante, por cierto). Ella no sabe qué quiere de su futuro y no tiene mucha motivación para ello ya que, por ahora, lo que quiere (o siente que debe hacer) es ayudar a su madre.
Aunque odie con todo su ser pensar que su porvenir será esa tienda de muñecas. Es trabajando allí que Caymen adquiere mucha experiencia sobre las personas que entran en la tienda, la misma clase de personas que le recuerdan que su vida es un lío emocional y económico: gente rica.
Con aire de superioridad y caminar arrogante, Xander Spence es una de esas personas. Este chico entra a la tienda un día a comprar una muñeca para su abuela y así conoce a Caymen y a su excepcional sentido del humor, intrigándose inmediatamente por ella aunque es más que obvio al principio que para ella él es solo uno de los muchos ricos que tienen como lema ''úsalas, diviértete y bótalas''. Pero la verdad es que Xander es bastante parecido a ella: no tiene ni idea de qué hacer en el futuro e incluso no siente que tiene alguna elección.
Página tras página, Xander y Caymen, sin darse cuenta, se vuelven amigos y de allí algo más. Desarrollan entonces una hermosa relación llena de un montón de café, chocolate caliente, muñecas de porcelana, caminatas a la escuela y muchas, muchas ''no-citas-sino-más-bien-días-de-profesiones''. Lo entenderán al leerlo.
Este libro me ha recordado por qué leo muchas sagas y trilogías. ¡¡Fue demasiado corto!! Esas páginas no fueron suficientes para mí, y sí, sé que es un libro contemporáneo sencillo y algo cliché para variar un poco, bla, bla... Aún así fue muy corto.
El libro es bastante lindo y sencillo, te hace reír y sonreír y, pues, si un libro logra eso vale la pena leerlo. Ademas, la relación de Caymmen y Xander es digna de ser leída.
''-Lo siento.
-¿Por qué?
-Por el hecho de que eres un gran ligón.
Ríe.
-Tu eres la que está en mi regazo. Yo solo estaba sentado aquí metiéndome en mis propios asuntos.
-¿Entonces solo fue el avión?
-Por supuesto.
Trato de levantarme, pero me jala de nuevo hacia abajo.
-Hombre, el avión se esta zarandeando bastante hoy -dice.''
Todas esas pequeñas cosas de esta historia, la trama, los personajes, el sarcasmo de Caymen, lo demasiado lindo que es Xander, los secretos y las sorpresas (incluso las tenebrosas muñecas); hacen de esta historia bastante interesante y cómica... ¡y rápida!
Yo he quedado con ganas de unas cuantas páginas más, algo más en la historia debido a que es muy entretenida y bonita, pero está bien. Me ha gustado el libro.