Una vez más me encuentro reseñando uno de los libros de Jennifer, esta vez una trilogía llena de fantasía y romance. Y escenas eróticas, de ahí que más que 'young adult' el genero literario se incline al 'new adult'. Por si las dudas. 

Jennifer ha sido por muchos años una de esas autoras de las cuales he leído casi todo lo que publica, al igual que Colleen Hoover, Tarryn Fisher y Susan E. Phillips. Pues, sé que aunque de vez en cuando haya libros suyos que no me gusten demasiado, realmente siempre termino disfrutando sus creaciones.

Puedo pasar unos días agradables leyendo los mundos mágicos y los personajes que crea Jennifer, tal y como pasó en este caso con Wicked.

Cazadora de Hadas se desarrolla en el mundo humano que conocemos. Todo es normal, excepto por la existencia de una organización secreta llamada ‘’La Orden’’ cuyo único cometido es eliminar de la tierra a las malvadas criaturas que habitan allí a pesar de no pertenecer a este mundo. Las hadas, conocidas también como faes, crueles seres del ‘’Otro Mundo’’ que esclavizan a los humanos hasta extraer de ellos toda su vida.

''Querían dominar el mundo de los mortales.

Y nuestro cometido era mandarles de regreso al Otro Mundo. O matarles. Lo que fuera más rápido.''

No, no. Olvida todo eso de Tinkerbell y el Hada Madrina de Cenicienta porque los faes no son para nada como ellas. Sí, es cierto, tienen las orejas puntiagudas y una piel bordeando azul, además de que manejan una magia muy extraña…

Pero son criaturas horribles, sin empatía ni amor. Escaparon de su mundo y acudieron a la tierra a través de portales protegidos por La Orden, y a partir de allí solo se han encargado de destruir poco a poco la humanidad.

Por suerte para los infelices humanos, ciertos patea-traseros como Ivy han nacido exactamente para evitar el inminente fin de la humanidad a manos de las hadas.

Por suerte para todos… pero no tanto para Ivy.

Me gustó esta chica. Tal vez no es muy diferente a todos los personajes que ha creado Jennifer, tal vez no despierte en todos ese cariño instantáneo, tal vez todos hubiésemos deseado cambiar algo de ella; pero honestamente, ¿qué importa? No creo que nada de lo anterior afecte el mérito de la historia.

Ivy es una chica fuerte, o al menos trata de serlo. A sus veintitantos años se ha resignado a vivir una vida que nunca eligió, en donde puede morir en cualquier momento cumpliendo un deber que no puede ignorar. Ha crecido viendo a todos los que ama morir, por lo que a pesar de su actitud fuerte tiene mucho dolor y culpa guardada dentro de sí.

''-No dejas que la gente se acerque demasiado a ti, ¿verdad?

Una vez más, su manera de leerme el pensamiento era tan asombrosa que asustaba. Deslizando la mochila sobre el hombro, me obligué a no levantar la voz.

-Cuando te acercas a la gente luego la acabas perdiendo. No me interesa demasiado eso.

Ren se levantó.

-No vas a perder a todo el mundo.

-Todo el mundo muere, Ren.''

Llevar una vida como la de Ivy debe ser horrible. Sus sueños no existen, lo único que existe es el deber que le encomienda La Orden. La amistad, el amor, las personas… todo ello es efímero en el mundo de los cazadores de hadas, por lo que Ivy no puede más que guardar dentro de su corazón todo el dolor y el odio, la furia contenida, las inseguridades, la culpa, los secretos… su mecanismo de defensa es uno común: bloquear todo, ser reservada y guardarse las cosas.

Y tratar de no morir en el camino.

''¡David y Miles nos daban la noche libre! Vaya flipe, no recordaba cuándo había pasado eso antes. Patrullábamos incluso el día de Navidad.

-Si tenéis familia, sugiero que vayáis a casa y paséis el rato con ellos-continuó David-. Si no tenéis ninguna persona especial, sugiero que esta noche la aprovechéis para encontrar alguna. El miércoles por la noche algunos de vosotros no volveréis a casa.

Bien, ¿no era eso una buena motivación?''

Entonces llega un nuevo miembro de La Orden que se ha trasladado desde otra ciudad para ayudar a acabar con las faes, o eso es lo que dice. Ren Owens, ese típico chico extremada y mortíferamente hermoso que Jennifer siempre crea en sus historias.

Lo admito, estos chicos tal vez ya no tengan el mismo efecto en mí después de haberme leído tantos libros de Jenn. Sin embargo, Ren sí me hizo suspirar de vez en cuando. Este chico puede ser una verdadera lindura.

''Me costaba respirar con el nudo que me crecía en la garganta.

-He… he perdido a toda la gente que quería. -Mi voz se quebró y la expresión severa de Ren vaciló un instante-. He perdido a todo el mundo.

-¿De verdad pierdes a alguien alguna vez, Ivy? Quizá se hayan ido, pero siguen existiendo.

Me temblaban los labios mientras me esforzaba por mantener el control. Me acercó las manos a su pecho, encima de su corazón:

-Siguen aquí, Ivy. Siempre estarán aquí.

[...] -Ren...

-Sigo aquí. -Bajó la cabeza, y sus ojos encontraron los míos-. A mí no me has perdido.''

Ren es un chico alegre, tiene una energía hermosa que se hace notar desde las primeras páginas. Es educado, apasionado y… bueno, sexy, ¿no es obvio?

Un punto en contra (para mí, no puedo hablar por todos porque puede que esto para muchos sea algo bueno) que puedo resaltar de la historia es el crush instantáneo de Ivy hacia Ren. No me malentiendan, si Ren está tan bueno como Jenn lo describe, definitivamente la primera que desarrollaría un crush si estuviese en los zapatos de Ivy sería yo, así que no seré hipócrita al respecto. No obstante, considerando que el mantra de Ivy es no dejar entrar a nadie a su vida tu pensarías que nunca había visto a un chico lindo ya que inmediatamente conoce a Ren empieza a tener fantasías con él.

Me desesperó un poquito. Soy una loca con los romances, los amo totalmente. No obstante, mis lecturas favoritas son aquellas en las que el amor entre los personajes se desarrolla de manera paulatina y no inmediata. Qué sé yo, me parece más fuerte y real. Más romántico.

No obstante todo eso, no voy a negar que me han gustado mucho algunos diálogos entre los protagonistas. Debido a que los dos están atados al mismo deber de cazar hadas, pronto Ivy y Ren se ven obligados a pasar más y más tiempo juntos.

''Ren se situó de pronto justo ante mí.

-He visto eso.

-¿Has visto el qué?

-Has hecho un gesto de dolor al levantarte. Te has hecho daño.

Cogió el borde de mi camisa y empezó a levantarla.

-Déjame que...

-Estoy bien -dije, sujetándole la mano.

Ren tenía un gesto firme en la mandíbula mientras me lanzaba una mirada.

-Déjame ver, Ivy.

-¡Jesús! -Finalmente chillé mientras forcejeaba también con la camisa-. ¿Acaso te gustaría que yo te levantara a ti la camisa?

Se detuvo alzando las cejas.

-Joder, me encantaría.

-¡Aj!

Quería patear el suelo.''

Ambos desarrollan una amistad-¿amistad?- muy bonita. Con ello me refiero a que está llena de tensión sexual, realmente. Pero, en fin, bonita.

Y así va la historia, con ambos luchando contra las hadas y algunos sentimientos intensos; además de una nueva y desconocida amenaza que bien podría significar el fin de la humanidad de una vez por todas. Pero para saber de que se trata tendrán que leer el libro.

Si bien la historia tal vez no me haya parecido demasiado impactante en este primer libro introductorio, no negaré que me gustó mucho. El trabajo de esta autora me hizo feliz porque pasé varias noches agradables disfrutando de la lectura, y con eso es suficiente para mí. Es lo único que le pido a un libro, una sonrisa, y puff, cinco estrellas.

Soy fácil de complacer, supongo, pero una sonrisa vale mucho, ¿no creen?

No puedo dejar de comentar, además, lo mucho que he amado a un pequeño personaje de la historia: Tink, una criaturita del Otro Mundo que se robó mi corazón. Este chico me hizo reír tanto que les juro que es una de las principales razones por las que tengo que seguir leyendo esta trilogía.

''Un fuerte golpetazo llegó desde la parte posterior de la casa. Me espanté al ver a Ren mirando por el pasillo, con otro gesto en los labios.

-¿Qué ha sido eso?

Íbamos a tener un duende muerto si Tink no lo dejaba ya.

-Tengo... tengo un gato. Seguro que ha volcado algo.

Ren alzó una ceja.

-¿Tienes un gato?

-Sí, y de los antipáticos. Es viejo. Pronto se morirá -dije en voz alta-. He estado considerando la eutanasia, ya sabes, para aliviar su sufrimiento.''

Tal vez el libro sí sea predecible, tal vez los personajes sí sean algo que ya hemos visto antes, tal vez la historia no es suficiente... pero, como siempre he dicho, eso es subjetivo. Algunos pensarán eso, otros no lo harán, y sea lo que sea está bien.

A mí me ha hecho feliz, descubre cómo te hace sentir a ti.